A la espera de los resultados empresariales mandan los datos macro y el de esta semana es de los gordos: el desempleo americano a publica el viernes 8
MADRID. Durante la semana pasada, el principal tema seguido en los mercados continuó coincidiendo con nuestras previsiones: las crecientes presiones inflacionistas en todo el mundo y la posibilidad de que los bancos centrales, particularmente en los países desarrollados, puedan encontrarse ya detrás del endurecimiento de las políticas. Esto fue particularmente evidente en Europa del Este, donde las sorprendentes y duras medidas adoptadas por los responsables de los bancos centrales favorecieron a la mayoría de las divisas de la zona. Por ahora, el aumento de los rendimientos de los bonos estadounidenses mientras el BCE sigue mostrando un tono moderado favorece al dólar, que la semana pasada subió frente a todas las demás monedas del G10.
El principal acontecimiento para los mercados esta semana será la publicación del informe de nóminas de septiembre en Estados Unidos. Además, se producirán varias reuniones de bancos centrales, entre ellos los de Australia y Nueva Zelanda. Esperamos que las últimas (y agresivas) sorpresas continúen, ya que las presiones inflacionistas causadas por un exceso de demanda sobre las tensas cadenas de suministro muestran pocas señales de disminuir, lo que debería impulsar las respectivas monedas.
El informe sobre la inflación de la Eurozona sorprendió de nuevo al alza, incluso a pesar de las previsiones que ya habían sufrido una importante subida en los días previos a la publicación de los datos. El aumento de los precios de la energía debería servir de argumento a los miembros más agresivos del BCE, los cuales han estado extrañamente ausentes últimamente. La publicación de las actas de la reunión esta semana no aportará mucha información nueva, pero se realizarán varios discursos por parte de los miembros del Consejo del BCE a los que prestaremos especial atención.
El problema del techo de la deuda en Estados Unidos nos parece uno de esos temas que deberíamos pasar por alto; de hecho, aparte de un ligero repunte en los tipos de las letras del Tesoro, parece que los mercados no han prestado mucha atención al tema por el momento. Mucho más importante es el constante goteo de noticias inflacionistas. Esta semana el deflactor del gasto del consumo personal (PCE) volvió a superar las expectativas. Se espera que el informe de nóminas que se publicará el viernes arroje sólidos datos, pero no del todo excepcionales, de creación neta de empleo. Examinaremos con atención las cifras salariales buscando signos de que los empleados finalmente están haciendo frente a los recortes salariales que han experimentado en lo que va de año.
Las noticias en Reino Unido sobre la escasez y las colas en las gasolineras no ayudan a los miembros más moderados del Banco de Inglaterra a defender su punto de vista. Por ello, los mercados están reajustando las previsiones de los movimientos del Banco de Inglaterra, adelantando sus expectativas de una subida completa a la primera reunión de 2022 (aunque creemos que esto podría suceder incluso antes). Sin embargo, hasta ahora, la libra esterlina no se ha beneficiado significativamente de ello, arrastrada por el euro y el golpe generalizado al ánimo por los activos británicos por las imágenes de largas colas y escasez. Esperamos que esto cambie, y las perspectivas de que el Banco de Inglaterra suba los tipos antes de lo esperado debería ayudar a la libra.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury
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