CASTELLÓ. El Ministerio de Transportes liberalizó en 2019 la AP7 entre Alicante y Tarragona tras 48 años de concesión. Transcurridos cuatro años, su gratuidad ha supuesto una reordenación de las necesidades de movilidad en Castellón, ya que ha desviado tráfico de la autovía del interior de la provincia que no era de pago (CV10 y A7) a la AP7.
Los datos de aforo del Ministerio de Transporte y de la Conselleria de Infraestructuras muestran un aumento de un 55% del tránsito en la AP7 provincial en 2023 respecto a 2019, último año de la concesión privada, mientras la autovía alternativa ha registrado una bajada de un 38% en la parte de la CV10 y de un 39% en la de la A7. No en vano, hasta que el Gobierno optó por no renovar la concesión de la AP7, los planes hasta entonces del Consell y del ministerio pasaban por ejecutar una autovía por el interior de Castelló, desde Sagunt hasta Tarragona. Este proyecto se llegó a ejecutar hasta Vilanova
Pero la gratuidad ha cambiado las dinámicas de tráfico en la provincia y ha derivado circulación la autopista en detrimento de la CV10. Cabe tener en cuenta que la autopista es uno de los principales corredores viales de España, tanto en vehículos como en mercancías.
Según las cifras del ministerio y del Consell, la AP7 a su paso por Castellón ha experimentado en cuatro años un ascenso de 22.464 vehículos diarios a 34.987. La circulación de camiones también ha modificado sus itinerarios y casi ha duplicado su paso por la autopista, de 6587 a 10.655. Por su parte, el tránsito de turismos ha crecido un 53%.
Luego, el tramo de la A7, de titularidad estatal y que se impulsó como opción gratuita en la primera década del siglo XXI (entre Almenara y Nules), ha perdido cerca de la mitad de vehículos, de 51.284 a 30.877. Los camiones han descendido de 11.408 a 5.4317, y los coches, de 39.857 a 25.439.
En cuanto a la CV10 -que continúa desde Nules hasta el norte hasta Vilanova y compete a la Generalitat- ha visto reducido su aforo de 38.169 vehículos en 2019 a 23.371 en 2023.
Desde la eliminación del peaje, el ministerio prioriza en carreteras una mejora de la autopista en Castellón y ha dejado en el tintero viejas reivindicaciones como la prolongación de la CV10 de Vilanova a Tarragona. Esta última demanda ha desaparecido incluso del debate político. Asimismo, en su momento se suspendió la variante de la N340 entre Castelló y Orpesa. Una obra que estuvo a punto de desarrollarse pero que se paralizó por diferencias entre el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y el Ayuntamiento de Castelló comandado por Alberto Fabra.
Transportes tramita en estos momentos la redacción del proyecto constructivo para añadir un tercer carril en la autopista entre Castelló y Almenara. En abril de 2023 adjudicó esta tarea, que tiene un plazo de 18 meses y un coste de 797.704 euros.
Esta propuesta contempla la ampliación de dos a tres carriles en un trazado de 11 kilómetros y una inversión aproximada de 40 millones. Una vez se elabore el proyecto se licitarán las obras, de manera que hasta 2026 no vería la luz. Con esta actuación se quiere mitigar los posibles problemas de congestión que se pueden producir por el trasvase de tráfico de la CV10 a la AP7.
Por otro lado, el Gobierno acaba de adjudicar por 12 millones el contrato de conservación de las carreteras del Estado en Castelló, entre otras, la AP7.