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l'armari de la memòria

La nueva guardia del archivo LGTBIQ+ valenciano

27/09/2022 - 

VALÈNCIA. Un gran proyecto para reunir la memoria LGTBIQ+ valenciana. L’armari de la memòria, un servicio de la Conselleria de Igualdad de la Generalitat Valenciana, echó a andar a través de las redes sociales el pasado mes de junio, pero las ambiciones son mucho mayores. Al calor de la Ley LGTBI de 2018, uno de los proyectos era el de crear un archivo público que recogiera los archivos colectivos y personales que sirvieran para generar un patrimonio propio que, por una parte, ponga en valor la lucha de tantas décadas ya, y por otra, pueda servir para investigar y divulgar.

Con estos objetivos, la realidad es que L’armari de la memòria está aún casi en pañales. Actualmente cuenta con una pre-cesión del archivo Lambda, pero el servicio de depósito acaba de empezar. Se ha contactado con distintas entidades para recoger el patrimonio LGTBIQ+, en el sentido amplio de la palabra. “Los archivos generales no aceptan a veces archivos por su naturaleza o tipología. Lo que permite el nuestro, de manera temática, es considerar de otros objetos más informales, como puede ser un flyer o un fanzine”, explica Pablo Hernández.

Con la pre-cesión de Lambda, ya han empezado otro gran proyecto, el de la difusión del propio archivo. Otro de los pilares con los quieres diferenciarse de otros: lo cedido es para conservarlo, pero también para difundirlo. Cortos de campañas de prevención del SIDA, fotografías de manifestaciones, fanzines o revistas son algunos de los formatos actuales. Pero L’armari de la memòria busca precisamente ser lo más amplio y ancho posible.

Por otra parte, ya se he hecho también un inicio de recopilación sobre el trabajo académico hecho hasta ahora y publicado de manera diseminada. Unificar la historiografía también quiere provocar que las investigaciones se multipliquen y se hagan de la manera más rigurosa posible, además de poder cuantificar todo lo que se ha hecho hasta ahora, incluso en años en los que las universidades no veían tan bien como ahora abordar las periferias sexuales y de género.

Actualmente es un espacio virtual, pero será un espacio físico. El archivo tendrá una sede propia que servirá como biblioteca temática, pero también como espacio expositivo y para generar actividades en torno a él. Quiere ser un espacio abierto al público, pero que sobre todo aliente a la investigación y genere interés por el patrimonio y la memoria LGTBIQ+ valenciana.

Imagen de una protesta de 1994, que forma parte del archivo. Foto facilitada por L'ARMARI DE LA MEMÒRIA.

Para dar a conocer el proyecto, esta semana empieza una serie de conferencias sobre diversidad sexual en las cinco universidades públicas valencianas. Bajo el nombre de Memòries invertides, el ciclo se articula en cinco bloques temáticos (Luchas, violencias, normatividad/disidencia, comunidad, y salud y cultura) y contarán con personas investigadoras, pero también con testimonios orales y vivos de las diferentes patas de la expresión y la lucha LGTBIQ+, un programa diverso que adaptará su tono a cada una de las propuestas temáticas, que abarcan desde los derechos LGTB en la época de los Furs hasta el travestismo en la noche valenciana. “Se ha elegido ubicar las conferencias en las universidades porque uno de los objetivos es el fomento de la investigación y esperamos que las actividades acerquen al estudiantado a esta memoria y les pique la curiosidad por conocer e investigar más. También para tejer relaciones institucionales con las propias universidades”, comenta Hernández.

A partir de aquí se intensificará el trabajo de búsqueda y catalogación, pero también de difusión, de conformación de todos los pilares del archivo, proyectos editoriales y expositivos, empezar a recoger también memoria oral. 

En clave valenciana y con orgullo

Pero, ¿por qué tener un archivo autonómico de la memoria LGTBIQ+ valenciana? “Obviamente, porque el archivo está impulsado por la Generalitat, pero también nos damos cuenta que es importante recalcar que, aquello que se sabe que ocurrió en Madrid o en Barcelona, también sucedió de otra manera en València y vale la pena contarlo”.

“Pero además, hay especificidades. La configuración del ambiente en Chueca y en l’Eixample no tienen nada que ver, por ejemplo en su relación con el activismo. Las dimensiones del activismo en las otras dos grandes ciudades ha facilitado también una polarización que en València no ha tenido lugar. Estas son solo algunas claves, pero serán los colectivos y las investigaciones los que nos vayan señalando estos hechos diferenciales a lo largo del proceso”, apunta Hernández.

En relación a la cultura, “la noche y la memoria LGTBIQ+ siempre se ha asociado a Barcelona, pero aquí también podemos hablar de una escena potente, que además trasciende de las tres grandes ciudades. Hay muchas figuras a poner en valor y que aún no se han contado”.

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