AL OTRO LADO DE LA COLINA / OPINIÓN

La riqueza ¿ni se crea ni se destruye, sólo se transforma?

16/12/2023 - 

Esta semana se ha aprobado el techo del gasto, el primer paso de todo un proceso presupuestario en las administraciones públicas, donde se vuelve a batir un nuevo récord de gasto, y que para el cumplimiento de las reglas del PEC de la Unión Europea que se vuelven a aplicar en 2024 (tras el paréntesis pandémico), se decide elevar la presión fiscal un 9 % más. Aunque según la Autoridad independiente de responsabilidad fiscal, con el límite de gasto fijado para las Comunidades Autónomas por parte del Gobierno, no se garantizará el cumplimiento de las normas de estabilidad presupuestaria y suficiencia financiera que marca la UE.

Todo lo anterior, incluido el título del artículo, nos lleva a reflexionar, sobre la viabilidad económica del sistema. Básicamente, y con trazo grueso, hay dos corrientes de pensamiento económico, en un lado el liberal, en donde se piensa que la riqueza se crea y es fruto de la responsabilidad e iniciativa de las personas, a quienes pertenece el producto de su empresa, y en el otro extremo, el izquierdo, el producto del trabajo, la riqueza pertenece a todos es un problema de suma cero, es decir, los ricos son ricos, porque tienen más y acaparar más que la contraparte proletaria, a quienes les privan de los resultados de su trabajo, y por tanto, la riqueza pertenece a todos por igual, se haya trabajado o no.

Entre estos dos extremos existen múltiples puntos intermedios, como las políticas keynesianas tras el debacle de la depresión de 1929 de John Maynard Keynes, que influiría en el presidente USA Franklin Delano Roosevelt y su New Deal, por un lado, y por el extremo socialista podríamos encontrar la Nueva Política Económica de inicios de los años 20 de Vladímir Ilích Uliánov alias Lenin, antes de la Segunda Guerra Mundial. Después y tras un periodo de Guerra Fría (la primera), solo la opción capitalista parecía existir, de ahí el libro de Francis Fukuyama “El fin de la historia y el último hombre”, pero el socialismo del siglo XXI del comandante Hugo Chavez, potenciado por el foro de Sao Paulo o grupo de Puebla se presenta como alternativa, en la actual segunda Guerra Fría, con el apoyo Geopolítico de potencias como la Rusia de Vladimir Putin o la China de Xi Jinping

Imagen de archivo. Foto: COTTONBRO STUDIO/PEXEL

Y muchas cosas han cambiado entre estas dos guerras frías, si en la primera la izquierda y los progresistas eran aparentes faros de libertad y usaban el lema de “prohibido prohibir”, en la actualidad estos autodenominados progresistas se dedican a limitar las libertades, prohibiendo, o así lo quieren hacer, fumar en cualquier parte, acabar con lo combustibles fósiles, el tabaco en formato o no de vapeo, el consumo de la carne, los vehículos particulares en pro de los comunales, etcétera, etcétera, etcétera; mientras que antaño la gente de bien y de orden que era la derecha, bloque del respeto y el orden clásico, ahora es la que más reclama Libertad, e incluso se autodenomina libertaria, como se titula el partido del presidente argentino Javier Milei, y rizando el rizo, es la que más gusta de ocupar y alborotar las calles.

Aunque como dice el dicho, por sus obras los conoceréis, y podemos ver los países donde ha triunfado ese socialismo del siglo XXI, y como se han ido deteriorando y empobreciéndose, podemos ver el ejemplo de Venezuela o ese socialismo del siglo XX, XXI y a este paso del XXII que es Cuba; y en los países donde el capitalismo existe, pues son infinitamente más desarrollados, así como son el destino de oleadas de emigrantes, y por no citar a algún país de la Unión Europea, para que no me acusen de eurocentrista y supremacista de Occidente (que puede ser que si) simplemente nombraré el caso de Japón, pais que ha ido adaptándose a las circunstancias históricas, y de una situación prácticamente en la Edad Media, y tras la revolución de la era del Emperador Meiji en 1868, en menos de medio siglo, a finales del siglo XIX, ya plantaba cara y ganaba a potencias históricas y más modernas en aquellos tiempos, como la Rusia imperial de los zares; y que tras ser derrotada en la Segunda Guerra Mundial por los Aliados, se repuso y levantó de sus cenizas, siendo uno de los países de mayor índice y nivel de vida, y mayor longevidad.

Mientras, en Occidente todos los días nos levantamos para ir a trabajar o a buscar trabajo, y así intentamos progresar, otros como los Houthis, esos socios de Iran en el Sur de la península arábiga, se dedican a la guerra santa, y a atacar al tráfico marítimo en el estrecho de Bab al-Mandab. Si al principio, y por eso algunos se ponían de perfil, muy cínicamente, atacaban, solo barcos con bandera israelí, ya se ha dado el caso de atacar a otros barcos, como el caso de un barco noruego. Esa inestabilidad (uno de los efectos colaterales del confito de Gaza y del ataque de Hamas), en aquella zona del mundo, y en concreto en ese estrecho, nos tiene que preocupar porque afecta al tráfico marítimo que desde el Océano Índico pasando por el golfo de Aden, y pasa al Mar Rojo y de ahí al Mar Mediterráneo, llega finalmente a nuestro puerto de Valencia, ahora que precisamente parece que su ampliación que se va a acabar. 

Puerto de Valencia. Foto: ROBER SOLSONA/EP

Esta ampliación es fundamental para permitir y fomentar que la riqueza y las iniciativas de los emprendedores se puedan generar -crear- en esta gran región de servicios que es la Comunidad, y que permitirá y mejorara otras de tipo productivo, ya sea el primario o secundario, porque si no todo lo existente puede desvanecerse -destruir-, fíjense las continuas dudas del sector automovilístico ya instalado en nuestro territorio como afloran últimamente.

Aunque siempre, y a pesar de los pesares, existirá ese ímpetu empresarial que casi en un lugar donde nadie se lo pueda imagina, y en concreto en un lugar de La Mancha de cuyo nombre si quiero acordarme, Casas Ibañez, una familia ha creado un polo de riqueza gastronómico y de hostelería, que muchos de ustedes ya conocerán, y si no deben, es el Cañitas Maite, con hotel y aparthotel, con la Taberñita, el estrella Michelin restaurante Oba, etcétera, que por obra y gracia de padre e hijo, Joaquín y Javier, han transformado un tradicional negocio familiar de comidas del siglo XX, en toda una experiencia para el siglo XXI, todo un ejemplo de emprendimiento, y de transformación de riqueza.

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