CASTELLÓ. El concejal de Barrios del Ayuntamiento de Castelló, Paco Cabañero, junto a la teniente de alcalde del Grau, Ester Giner, ha presentado este miércoles los nuevos brazaletes para los colaboradores taurinos de los distintos festejos que se celebran en la ciudad de Castelló. "Atendemos la reivindicación de las diferentes comisiones que organizan los tradicionales festejos de bous al carrer en nuestra ciudad. Unificamos en un solo brazalete que ya hemos empezado a distribuir en los barrios para identificar rápidamente a los colaboradores taurinos que junto a los directores taurinos permiten llevar a cabo estos actos con las máximas garantías de seguridad", ha asegurado Cabañero.
El edil ha puesto en valor la figura de los colaboradores taurinos "que, junto a los directores de estos espectáculos, agentes de la Policía Local, velan por que se cumpla la normativa durante todo el evento".
Por su parte, Giner ha destacado que "en los próximos días darán comienzo las fiestas grandes del distrito marítimo en las que los colaboradores taurinos estrenarán este distintivo que permitirá reconocerlos y atender sus recomendaciones que reforzarán nuestra apuesta por unas fiestas más seguras".
Este distintivo que llevarán los voluntarios taurinos en su brazo, por primera vez en las fiestas del Grau, es de color amarillo fluorescente "para que sean perfectamente reconocibles", indica Giner.
Así pues, el gobierno de Begoña Carrasco, a iniciativa de la concejalía de Barrios, ha repartido un centenar de brazaletes para los colaboradores taurinos de los barrios El Serrallo, Benadresa, Rosario y San Agustín y San Marcos, en los que hay una gran afición a los bous al carrer desde hace más de 60 años en algunos de ellos, "con el fin de que se sigan celebrando con total garantías", expresa el edil.
Cabe destacar que en cada festejo hay en torno a 10 colaboradores taurinos, personas voluntarias que se encargan de vigilar si hay algún menor en el recinto o alguna persona en estado ebrio, entre otras cuestiones.
El espacio comercial más emblemático de Castelló sopla las velas de sus tres cuartos de siglo desde aquel 21 de diciembre de 1949 en que fue bendecido por el arcipreste Balaguer. Ahora afronta su más importante remodelación, que desde enero de 2026 obligará a un traslado temporal de sus puestos a una carpa en la plaza Santa Clara
