CASTELLÓ. La conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica ha puesto en marcha un ambicioso proyecto de modernización de las infraestructuras de regadío en la Vall d´Uixó cuya ejecución permitirá regar a través del uso de energía fotovoltaica más de 3.000 hectáreas de cítricos, al tiempo que supondrá una reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera de casi 1.700 toneladas anuales.
Así lo ha anunciado hoy el director general de Agricultura, Antonio Quintana, durante la visita realizada, junto a la alcaldesa de la Vall d´Uixó, Tania Baños, a uno de los tramos donde se están realizando estas obras. Quintana detalló durante el recorrido que está iniciativa “cuenta con un presupuesto superior al millón de euros” y agregó que de las prestaciones de la misma “van a verse beneficiados de manera directa más de 3.000 regantes, principalmente por la reducción de costes que implican el uso de energía fotovoltaica”.
Las obras se basan en la instalación de mecanismos de bombeo solar con el objeto de mejorar la eficiencia energética y reducir también la sobreexplotación de los acuíferos de la zona. La ejecución de las mismas comprende tres tramos diferenciados del término municipal de la Vall d´Uixó: Cerverola y Pla Pinar I y II.
En total, y además de las conducciones para el agua y la implantación de sistemas automatizadas para gestionarla, estas nuevas infraestructuras hídricas incluyen la instalación de más de 1.000 paneles fotovoltaicos repartidos del siguiente modo: 344 en Cerverola, 366 en Pinar I y otros 366 en el área de Pinar II.
Esta iniciativa modernizadora es el resultado de la colaboración establecida entre la conselleria de Agricultura y la Comunidad General de Regantes de la Vall d´Uixó. El departamento agrario de la Generalitat aporta el 70% del la inversión, es decir, unos 740.000 euros, mientras que los regantes costean el resto.
Por su parte, la alcaldesa de la Vall d’Uixó, Tania Baños, ha destacado la colaboración público-privada que hace posible este proyecto, que “apuesta por la innovación y la modernización del sector agrario, en un momento en el que se hace necesaria la transición energética para reducir costes y que la actividad sea más sostenible”. Esto es fundamental para garantizar “la viabilidad y el presente y futuro de nuestra citricultura, que tiene gran peso en el municipio y genera empleo y oportunidades”.
Quintana agregó que este tipo de iniciativas “adquieren una importancia especialmente relevante en una coyuntura como la actual, marcada por una tendencia alcista en los precios de la energía, ya que, por una parte, suponen un ahorro de costes para los regantes, mientras que, de otro lado, implican una apuesta firme por un modelo basado en energías limpias”.
Precisamente, ante el acusado crecimiento que está registrando la demanda por parte de las comunidades de regantes para instalar energía fotovoltaica, la conselleria de Agricultura está ultimando los detalles para la creación de una línea adicional específica destinada a favorecer y potenciar la instalación de paneles solares en el regadío valenciano con el doble objetivo de abaratar los costes al agricultor y de impulsar esa transición sostenible que ya está en marcha en el sector agrario.