CASTELLÓ. El límite salarial del CD Castellón se sitúa en 8,26 millones de euros, según ha hecho público LaLiga este jueves en su primer informe del Límite de de Coste de la Plantilla Deportiva (LCPD). La competición realiza dos evaluaciones a lo largo de la temporada, en septiembre y en febrero, una vez concluidas las ventanas de fichajes de verano e invierno, respectivamente. La cifra coloca al club albinegro con el décimo margen más amplio de la Segunda División encajado entre el Málaga, noveno con 9,8 millones, y el Sporting de Gijón, undécimo con 8,1 millones.
El nuevo registro supone un aumento de 5,4 millones de euros respecto al coste de la plantilla que consiguió el ascenso de categoría el pasado mes de mayo, según confirmó a través de la red social X, antiguo Twitter, el propietario y presidente de la entidad 'Bob' Voulgaris. En concreto, Voulgaris afirmó que el gasto en sueldos de jugadores fue de un total de "tres millones de dólares" en el curso 2023-24.
De esta manera, se cumplen los pronósticos que dibujó el entonces consejero, ahora director general (CEO), de la entidad albinegra, Alberto González. En declaraciones a Castellón Plaza, González aseguró que el Castellón no iba a ser de los cuatro equipos "más pobres de Segunda, ni tampoco de los cuatro siguientes". Asimismo el directivo desveló que el equipo financiero del club llevaba trabajando en el tope de gasto "desde el pasado mes de noviembre".
El LCPD, más conocido por el gran público como techo salarial, calcula la cantidad que cada club puede gastar como máximo en los sueldos de su plantilla en función de sus ingresos y sus gastos. El concepto agrupa los salarios de cuerpo técnico y los sueldos de los propios jugadores de la primera plantilla (plantilla inscribible). También se refiere al filial, a la cantera y a las demás secciones del club, caso que las hubiese (plantilla no inscribible).
El tope salarial se efectúa calculando la diferencia entre los ingresos, mediante derechos de televisión, patrocinadores o venta de entradas, de los gastos estructurales y el repago de la deuda prevista a lo largo de la temporada. LaLiga, en todo caso, obliga a acogerse a los clubes a su control económico, ya que si un club define un límite de coste de plantilla peligroso para sus finanzas este organismo lo puede modificar. Los clubes no tienen por qué consumir el techo en su totalidad.
Asimismo, en caso de que un equipo sobrepase el límite salarial que le estipula LaLiga en una temporada, deberá compensarlo económicamente en la siguiente, según las pérdidas que le haya ocasionado. De esta manera, la competición únicamente permite inscribir a dichos equipos hasta un porcentaje de lo que reduzca a través de sus salidas.