Los ajustes técnicos elevan en 6 millones de euros el coste final de la reforma del edificio de Borrull

CASTELLÓ. Las modificaciones técnicas elevan en 6 millones de euros el coste final de la reforma del edificio de Borrull. De los 12 millones que se plantearon en el anteproyecto se ha pasado a 18 millones una vez iniciada la tramitación administrativa para licitar la obra civil. Ese aumento de la inversión se justifica en los continuos ajustes, consecuencia de los vaivenes entre las administraciones, con sustanciales cambios respecto al desembolso económico.

Hay que remontarse a 2016 para comprender mejor esas oscilaciones. El 11 de junio de aquel año el Ayuntamiento de Castelló y la Conselleria de Hacienda, propietaria del inmueble, acordaron constituir una mesa de trabajo para impulsar la actuación. A cambio de la cesión del edificio, el consistorio se comprometía a asumir el gasto de la rehabilitación en su totalidad.

Debido a la complejidad de la operación patrimonial, el convenio sufrió un estancamiento en los sucesivos años. Sin encontrar una figura legal que garantizara el cumplimiento de la normativa vigente (concesión demanial, permuta, etcétera), la idea inicial para concebir la edificación como nueva sede de servicios sociales se quedó anticuada.

No hubo más noticias hasta que el 26 de junio de 2019 el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, en su primera visita oficial a la capital de la Plana tras las elecciones del 26M, se descolgó anunciando la inminente reactivación del proyecto. Y no solo eso. Adelantó que el presupuesto se incrementaría en 4,8 millones para elevarse hasta los 16,8 millones de euros. Además, señaló que "de una forma u otra se absorberá esa parte diferencial de coste previsto, que inicialmente estaba en 12 millones".

Acuerdo cerrado en febrero

Meses después, en febrero de 2020, el entonces portavoz del gobierno municipal, Rafa Simó, confirmó el desbloqueo de la reforma al encontrar los técnicos de la Conselleria una solución legal para firmar el convenio. El Ayuntamiento pagaba toda la rehabilitación del edificio de Borrull, se aseguraba la titularidad de dos terceras partes del inmueble y el Consell compensaba el sobrecoste con una futura inversión. La rúbrica para sellar el compromiso entre las administraciones nunca llegó a producirse a consecuencia de la covid-19.

El enésimo contratiempo dejó en el aire la actuación, hasta que en agosto de este año hubo un cambio de rumbo. Puig volvió a sorprender al informar que liberaba al consistorio de la carga económica, de manera que ahora la administración autonómica aportaba los 16,8 millones de euros. Esa cantidad, que parecía definitiva, se acrecentó en 1,2 millones de euros el pasado 23 de octubre tras la autorización del Consell para arrancar la tramitación del contrato administrativo, a la espera de que el consistorio otorgue la licencia de obras, que "se aprobará en las próximas semanas", según reiteró el portavoz del ejecutivo local, José Luis López.

La restauración de Borrull contempla mejoras estructurales tanto en los seis pisos como en la planta baja y el sótano. La actuación incluye refuerzos estructurales, apertura de nuevos vacíos, construcción de núcleos de comunicación o configuración de nuevos espacios. Los 11.700 metros cuadrados de la construcción sufren una profunda transformación, fachada incluida, con la instalación de cerámica para potenciar la eficiencia energética.