CASTELLÓN. La pesca de cerco de la provincia de Castellón (y también del resto de la Comunitat) acaba de comenzar la veda para la reproducción de las especies que recoge con sus redes y denuncia que sufre un retraso de hasta cuatro años en el cobro de las subvenciones por llevar a cabo esta parada biológica. Las 20 barcas activas de esta modalidad en los tres puertos provinciales que la albergan (Burriana, el Grao y Vinaròs) no han cobrado las ayudas de los años 2016, 2017 y la que acaban de comenzar, el 2018; y en algunos casos tampoco la del 2015.
Esta problemática también la sufren las embarcaciones de arrastre, que en su caso ya realizaron la parada regenerativa de esta campaña el pasado verano y que no han cobrado "ni esta, ni la del pasado 2017", señalan desde la Federación provincial de cofradías de pescadores.
Los ingresos no son despreciables y van "de 4.000 a 6.000 euros por barco y por año", señala el representante de los armadores de cerco del puerto de Castellón, José Manuel Ramírez. Es decir, hay embarcaciones que tienen pendiente de cobro 24.000 euros, dinero que en buena parte invierten en mejoras en los buques, ya que es precisamente en periodo de veda, cuando se asume "el gasto de mantenimiento, que es elevado", apunta Ramírez. En el caso del arrastre, las ayudas pueden llegar a casi los 10.000 euros por nave y año, apuntan desde la Federación.
A esto hay que añadir que, desde hace campañas, casi todos los armadores de la provincia de Castellón y Tarragona llevan a cabo dos meses de veda (a excepción de tres o cuatro barcas, que se desplazan a Alicante a faenar), cuando las subvenciones de la Administración (que proceden de Europa y gestiona la Generalitat valenciana) cubren 15 días laborables. Por ello, Ramírez resalta: "El esfuerzo para regenerar los caladeros lo está haciendo el pescador, la Administración no hace nada".
Asimismo, el portavoz de los armadores de cerco señala que, aunque la Conselleria tenía dos meses de plazo desde julio para contestar a las solicitudes de ayudas para la modernización de las barcas (que alcanzan hasta un 60% de la inversión), los proyectos que han presentado diferentes naves de la provincia todavía no han tenido respuesta.
Dificultades que les traslada la Administración, denuncia, cuando en el sector están haciendo verdaderos esfuerzos por lograr la sostenibilidad de esta actividad. Sin ir más lejos, el próximo martes la modalidad de cerco de toda la Comunitat y Murcia se reunirá en Cullera para ahondar en la autorregulación con los cupos máximos de pesca "sobre todo diarios, para poder pescar toda la semana y regular el mercado y los precios", apunta Ramírez. Una labor en la que vienen insistiendo desde hace años y que ha posibilitado que en la campaña que se acaba de cerrar haya aumentado el volumen de capturas de sardina y boquerón, algo que contradice los alarmantes datos que desde la Unión Europea trasladan acerca de los caladeros del Mediterráneo.