CASTELLÓ. (EFE). Establecimientos hosteleros del norte de Castellón, especialmente de Vinaròs, Benicarló y Peñíscola, registran un aumento de clientes catalanes que viajan varios kilómetros para poder comer en los restaurantes y bares castellonenses con motivo del cierre de este tipo de locales en Cataluña a causa de la covid-19. En Vinaròs, la localidad más próxima a la frontera provincial con Tarragona, el paseo marítimo estaba "lleno" el pasado domingo y las terrazas completas a causa de los vecinos catalanes que se desplazaron durante el fin de semana.
Algunos restaurantes vinarocenses como A Fuego Lento o Restolounge Vinaròs han recibido gran cantidad de estos visitantes ya en una época en la que la afluencia de clientes baja mucho con motivo del fin de la temporada de verano. En Restolounge Vinaròs, el pasado domingo "no pudimos dar de comer a unas doce mesas" porque "estábamos a tope". Este establecimiento, situado a apenas un kilómetro de la frontera provincial, ha notado "una barbaridad" la afluencia de clientes catalanes con aforos "como si estuviéramos en julio o en agosto", aunque lamentan lo que les está sucediendo a sus colegas de la comunidad autónoma vecina.
En estas fechas se notaba mucho la llegada de la temporada baja y especialmente en este verano atípico marcado por la pandemia, que ha hecho que los turistas alemanes e ingleses que frecuentan la zona habitualmente no hayan venido, pero en este fin de semana se ha recuperado el número de comensales.
En el restaurante Mar Blava de Benicarló han notado también, como en otros locales del municipio, la presencia de más catalanes, ya que "aunque es una zona gastronómicamente muy activa, con las jornadas de la alcachofa o del langostino", sí que han recibido más comensales de lo habitual desde la provincia vecina y ya cuentan con muchas reservas para el próximo fin de semana. Los vecinos de Sant Carles de la Ràpita, Alcanar o Ulldecona habitualmente se desplazan de manera natural hasta esta zona de la provincia de Castellón, pero la afluencia ha sido inusual desde que se acordara el cierre de bares y restaurantes en Cataluña el pasado jueves.
Peñíscola mantiene unos niveles altos de ocupación y algunos de sus restaurantes y bares que normalmente solo abren en temporada alta continúan abiertos. Desde el Ayuntamiento achacan esta afluencia a que se han organizado numerosas actividades y festivales que dinamizan la economía turísticas de la zona, y en concreto, el fin de semana pasado se celebró la Half Infinitri Peñíscola, un triatlón que atrajo a un gran número de visitantes.
Por ello, aunque sí notaron la presencia de más visitantes catalanes, podría deberse a este evento deportivo, aunque desde el Ayuntamiento esperan que en el próximo fin de semana se registre un aumento de clientes debido a la circunstancia del cierre temporal en la hostelería catalana.