CASTELLÓ. Los diez medidores de la calidad del aire del polígono petroquímico del Serrallo que pide el estudio preliminar elaborado por la Universitat Politècnica de Catalunya dependen de un convenio entre la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Castelló. Para ello, la Concejalía de Transición Ecológica que dirige Fernando Navarro trasladará una propuesta a la Dirección General de Calidad Ambiental "para pedirles colaboración económica y recursos".
Y es que, aunque el coste de estos medidores es pequeño -está cifrado en alrededor de 40.000 euros-, hay otros aspectos que dificultan que la concejalía asuma los trabajos, como la falta de competencias y la de técnicos que puedan llevar a cabo estas labores. Así las cosas, todavía hay que andar mucho para avanzar en este paso imprescindible del Plan de Calidad del Aire de Castelló.
La propuesta se expresó en la reunión que este viernes mantuvieron responsables del Ayuntamiento castellonense con representantes del Consell, entre ellos el director general de Educación y Calidad Ambiental, Joan Piquer, y el secretario autonómico de Seguridad y Emergencias, Josep Maria Àngel. Y es que la cita abordó tanto las dudas ambientales como las de seguridad suscitadas alrededor del Serrallo.
La principal concreción de la cita fue la materialización, en los próximos meses, de un medidor fijo en el Grau de Castelló, una reivindicación vecinal que por fin será atendida. Fue Piquer el que anunció la medida, que tendrá un coste de unos "100.000 euros" que serán abonados en "colaboración público-privada". De esta manera, y según ha podido saber este diario, las empresas del polígono colaborarán en el pago de esta estación fija.
Lo elevado de este coste se debe a que, a priori, la estación evaluará más contaminantes de los habituales, de forma que pueda analizar también episodios con "problemas de olores", algo que los vecinos denuncian repetidamente. Asimismo, el medidor tendrá un "blindaje informático" para disponer de los datos, indicó Piquer.
Esta estación se verá complementada, además, por otra móvil que se ubicará en la playa de Almassora en los próximos días y que, más adelante, será sustituida "por un nuevo punto fijo", señaló Piquer.
El director general de Calidad Ambiental destacó que la estación del Grau se sumará a la red autonómica, que pasará a tener 11 puntos después de que, a mediados de enero, se incorporasen las cinco estaciones que implantó anteriormente la Autoridad Portuaria de Castellón en sus terrenos.
Asimismo, Piquer resaltó que se ha "consensuado con las empresas" la realización de "analíticas adicionales" que se realizarán "de forma periódica" durante varios años y "sin avisar" para tratar de "acotar los problemas de olores".
Además, el responsable de la Conselleria de Emergencia Climática apuntó que en abril el Consell va a realizar una "reprogramación de los fondos europeos" del periodo 2014-2020 y que, en base a ella, esperan implantar "un nuevo sistema informático y de procesamiento de datos", que incluya inteligencia artificial con el que mejorar el análisis de toda la red autonómica de medidores. Este proyecto necesita de 4 millones de euros, de los que 2 deberían salir del Consell y otros 2 de los fondos europeos.
En cuanto al análisis de la seguridad del polígono del Serrallo, la máxima concreción a la que se llegó en la reunión es que, en este 2020, apuntó Josep Maria Àngel, se llevará a cabo algún tipo de simulacro en el entorno del polígono del Serrallo que implique a la población. Para ello, los técnicos todavía deben reunirse para definir las situaciones a analizar.
Asimismo, el concejal de Seguridad, Omar Braina, señaló que su área está trabajando con la UJI para desarrollar una aplicación informática con la que informar a la población en caso de una hipotética problemática.