CASTELLÓ. La insistencia de los empresarios de las tascas con el Ayuntamiento de Castelló para que los técnicos municipales proporcionen el informe con las mediciones desde 2014 obedece a una cuestión de supervivencia. Los hosteleros temen que la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) en las calles Barracas e Isaac Peral se perpetúe, como ha ocurrido en otros puntos de la ciudad, y obligue a cerrar los negocios en un plazo relativamente corto de tiempo.
Según advierte la asociación de propietarios, esta situación ya se dio en el pasado en Tenerías, por ejemplo, donde aseguran que la ausencia de una monitorización en continuo consolidó las restricciones respecto al consumo de alcohol en vía pública y precipitó que los locales de ocio bajaran las persianas en apenas unos años.
Los empresarios reiteran en lo imperativo de que el consistorio acredite el cumplimiento de la legalidad acerca de las evaluaciones. De lo contrario, entienden que el quebrantamiento les legitima para valorar la vía judicial en defensa de sus intereses.
En este sentido, la asociación apurará el plazo administrativo con vistas a que el equipo de gobierno facilite los datos requeridos sobre los controles en los últimos cinco años. El portavoz del Ejecutivo local, Rafa Simó, avanzó este jueves que los técnicos difícilmente concluirán el informe en la fecha prevista (28 de diciembre) ante "las implicaciones de lo solicitado, que obliga a un mayor estudio".
Simó también aclaró que ingeniería y urbanismo necesitan documentación ampliada respecto a la solución aportada por los hosteleros para rebajar los niveles diurno y nocturno de decibelios. No solo consideró el anteproyecto insuficiente para determinar su eficacia, sino que también recalcó que "hay que subsanar ciertas deficiencias, algo que por otro lado es habitual".
El portavoz del gobierno municipal manifestó estar en permanente contacto con los empresarios. Sin embargo, desde la asociación se cuestiona esa fluidez, hasta el punto de que "nadie del ayuntamiento nos ha dicho nada sobre tener que presentar más documentación. No sabemos realmente qué es lo que quieren para estudiar nuestra propuesta", concluyen los propietarios.