CASTELLÓ. Los embalses de la provincia de Castellón están al límite. Las precipitaciones de finales de marzo, que en algunos puntos, como en Almassora, alcanzaron registros récord en el conjunto del territorio estatal, añadido a lo lluvioso que está siendo el año hidrológico (que comienza el 1 de octubre) han llevado a los pantanos castellonenses a no poder almacenar más agua. No en vano, la escasa capacidad que todavía guardan debe ser mantenida como reserva para regular posibles avenidas.
Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) reconocen que "todos los embales situados en la provincia de Castellón que explota esta entidad" -es decir, todos, ya que no hay ninguno en el curso del río Bergantes en el territorio castellonense, gestionado por la Confederación del Ebro- "se encuentran en su volumen máximo estacional". Este volumen máximo es el límite permitido en cada época del año para el caso de nuevas lluvias.
De hecho, desde que se produjeron las últimas precipitaciones, y también en periodos previos, la CHJ está procediendo a realizar "desembalses técnicos" para garantizar la operatividad de los pantanos, que entre otras razones tienen entre sus fines prevenir inundaciones y regular el agua disponible. Y es que, "como consecuencia de las últimas lluvias, los embalses de Ulldecona, Arenós, Sitjar, l'Alcora, María Cristina y Regajo alcanzaron su máximo volumen estacional por lo que se realizaron desembalses y éstos todavía continúan", apuntan textualmente las fuentes de la Confederación.
Estos desembalses alcanzaron picos de 38 metros cúbicos por segundo en Ulldecona y Sitjar, 40 en l'Alcora y 17 en Arenós. Por su parte, en María Cristina la cifra fue de 160 m3/s. Y es que este es un pantano destinado a la recarga de acuíferos que detiene el agua que recorre la Rambla de la Viuda. Este volumen de salida de agua solo ha sido posible porque el líquido rebosó el límite superior de la presa, saliendo por el aliviadero de vertido. Y, aun así, el embalse seguía parando agua, ya que el caudal máximo de entrada "fue de 270 m3/s", apuntan desde la CHJ. Afortunadamente, a la llegada de la borrasca de finales de marzo el embalse estaba a la mitad, con espacio para almacenar 9 hectómetros cúbicos de agua.
Con todo ello, existe agua de sobra para todos los usos que los agricultores necesiten durante el año. "Los recursos disponibles permitirán garantizar la campaña de riegos del presente año hidrológico a los usuarios de los embalses", señalan a este respecto las fuentes de la Confederación del Júcar.
Y es que, según los datos del Sistema de Información Hidrológica de la CHJ, en la tarde de este viernes, el embalse de Arenós almacenaba más de 67 Hm3, el de Sitjar 41, María Cristina 19 (por encima de su capacidad prevista), Ulldecona 9 y Regajo 4,7.