CASTELLÓ. Los procuradores de Castellón han hecho balance de la habilitación de veintiún días de agosto (del 11 al 31) en los juzgados para tratar de reducir el colapso judicial, agravado este año por el cese de la actividad en los tribunales durante el estado de alarma. Y su conclusión es clara: "Se nos ha sacrificado para obtener unos paupérrimos resultados".
Es el Ilustre Colegio de Procuradores de Castellón, de forma oficial, el que realiza esta valoración, que acompaña de una crítica al ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, por decidir la medida, a la que ya se opuso el colectivo, y haberla valorado recientemente como positiva. En este sentido, censuran que se haya dicho que la habilitación se adoptó "por unanimidad", cuando "la procura y la abogacía se han opuesto frontalmente", tal y como ya lo advirtieron en mayo.
De hecho, a la hora de la verdad durante el mes de agosto los procuradores de Castellón se han encontrado con que no han podido realizar su trabajo. Y es que, a pesar de que había funcionarios trabajando en la Ciutat de la Justícia castellonense, "no podían recoger la firma de sus superiores y por lo tanto notificar a los procuradores, varados en sus despachos".
A este respecto, desde el colegio aseguran desconocer "el mecanismo que ha propiciado que la mayoría de jueces y letrados de la Administración de Justicia estuvieran de vacaciones en este periodo". Eso sí, tienen claro un aspecto: "Las recomendaciones, contradictorias, del Consejo General del Poder Judicial han sido interpretadas por cada órgano judicial de forma diferente, como no podía ser de otro modo".
Esto evidencia, en su opinión, que se les considera "unos operadores jurídicos de segunda", frente a jueces, fiscales o los propios letrados. Y, frente a esto, piden un trato "igual al del resto", ya que consideran que con su decisión el Ministerio les ha conculcado "el derecho a la conciliación familiar".
En cuanto al colapso de la Administración de Justicia, que califican de "histórico y crónico", los procuradores castellonenses defienden, como ya han hecho en repetidas ocasiones, que solo se arreglará "con la aportación de medios materiales y humanos", pero son escépticos en este sentido porque esto "no proporciona votos".