CASTELLÓ. Tras unas jornadas de asimilar los resultados (con Fitur por medio), el PSPV de Castellón se vuelve a poner el traje de faena para encarar las negociaciones de cara a configurar una ejecutiva para el congreso que se celebrará el próximo 5 de febrero en Benicarló.
Tras haber ganado el alcalde de l'Alcora, Samuel Falomir, con más del 52% de los votos, el entorno de la otra candidatura, la que lideraba el morellano Ernest Blanch, ya han advertido que van a exigir una "integración real a la vista de los resultados" ya que "aunque ha ganado Samuel y el proyecto suyo es el de todos, hemos de ser honestos todos y ver que la diferencia de votos es poca y se debe respetar lo que la militancia ha votado", advierten.
El nuevo secretario general, por su parte, está por la labor de escuchar a todos y apostar por la paz interna y la integración de todas las partes. Falomir ha explicado que "a partir de esta semana empezaremos a trabajar y a escuchar a todo el mundo, tanto gente que iba en nuestra candidatura como en la otra" ya que "el único objetivo de nuestro proyecto es el PSPV".
El alcalde de l'Alcora explica que "tenemos que tener el mejor partido para poder gobernar en las instituciones y mejorar la vida de la gente desde las alcaldías, desde la Diputación y desde el resto de las instituciones".
Su reto es "llegar al 5 de febrero con una ejecutiva con el máximo consenso posible" y ha señalado que "no tengo vetos para nadie, todos somos compañeros y todos debemos sumar, independientemente de a quien hayan apoyado en las primarias".
Si es cierto que Falomir debe apostar por solucionar la integración de Vila-real, que ahora no estaba en la ejecutiva ni en la Diputación, y debe coser el partido que prácticamente ha quedado dividido en dos tras el proceso interno. Además, esta ejecutiva marcará el camino de los congresos locales del socialismo los próximos meses y los movimientos de ajedrez de cara a listas nacionales, locales y autonómicas.