CASTELLÓ. La trágica concatenación de sucesos que derivó en el accidente del mercante turco Nazmiye Ana, que el viernes 28 de mayo volcó en el puerto de Castellón, han puesto al descubierto algunas de las vergüenzas del mundo marino. Entre otras, que los tres tripulantes indios del buque, incluido el joven de 22 años que perdió la vida, así como el primer oficial egipcio, llevan tres meses sin cobrar sus salarios.
Así lo denuncian desde la International Transport Workers' Federation (ITF), el sindicato que agrupa a los marinos a lo largo y ancho del mundo. Es más, el responsable de ITF-UGT en la Comunitat Valenciana y Murcia, Juan Ramón García, señala que los salarios que percibían estos trabajadores son "esclavistas".
Según han trasladado los tripulantes a García, el salario que la naviera turca Sinop Shipping pagaba a los tres marinos indios era "de 300 dólares al mes, con todo incluido, incluso las vacaciones". Esto está muy lejos del mínimo que establece el convenio de trabajo marítimo pactado en 2006 en la Organización Mundial del Trabajo para un marinero, de 700 dólares mensuales. Y ello para personas que pasan su vida a bordo y que pueden tardar mucho tiempo en volver a casa.
Asimismo, los tripulantes indios se encontraban sin contrato, ya que había expirado el de seis meses que firmaron en su día y tenían que rubricar todavía el nuevo vínculo laboral. En cuanto al resto de la tripulación, de nacionalidad turca, la naviera sí se encontraba al corriente del pago de los salarios, han afirmado al representante de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte.
Todos ellos aguardan el momento de regresar a sus países de origen en un hotel del Grau de Castelló. Pero la repatriación aún no parece cercana. De hecho, el consulado todavía tramita la obtención de los pasaportes de todos ellos, que perdieron, al igual que todas sus pertenencias, en el accidente.
Antes de regresar deben solucionar los asuntos pendientes, entre ellos los salarios que se les adeuda, pero también la indemnización que les corresponde, que está recogida en los seguros marítimos, así como los costes de repatriación, la reposición de sus efectos personales y la asistencia médica que puedan haber recibido. A la espera de todo ello, además de la ayuda de la ITF han recibido el socorro de la ONG Stella Maris, que por ejemplo esta semana les ha comprado ropa y maletas para su regreso a casa.
La vuelta parece más fácil para los tripulantes turcos, pero es de prever que algunos de ellos, como el capitán o el segundo oficial, deban esperar en Castelló en función de cómo avance la investigación, al igual que el primer oficial egipcio.