Unides Podem EU, en este caso con voz de Esquerra Unida, capitanea con la complicidad de Compromís el último intento de los socios minoritarios del Botànic de que el transporte hospitalario vuelva a ser público
VALÈNCIA. Casi al mismo tiempo que la consellera Ana Barceló anunciaba este jueves en la tribuna de Les Corts que “en breve” se licitará el concurso del servicio de transporte sanitario que prepara desde hace meses la Conselleria de Sanitat i Salut Pública, sus socios frenaban la iniciativa en el ‘consellet’, la reunión preparatoria al pleno del Consell de hoy, por lo que tampoco saldrá adelante esta semana.
Fue Unides Podem EU quien frenó el proyecto, como en su día ya hizo la coalición en dos ocasiones con la primera fórmula elegida por la consellera socialista para revertir el Hospital de Torrevieja. La formación de la vicepresidenta Mónica Oltra, que preside estas reuniones, se mostró de acuerdo con los argumentos esgrimidos.
Las razones que expusieron fueron de fondo. Aseguran que la licitación no se ha motivado suficientemente y que no hay ni un estudio previo ni una memoria económica que evalúe "el ahorro" que creen que supondría para las arcas de la Generalitat prestar directamente el servicio.
Ese es uno de los argumentos con los que Compromís ha hecho bandera desde hace meses contra el concurso. Habría un mejor servicio y costaría menos si se hace directamente desde Sanidad, argumentan. Pero, además, ambos defienden que los acuerdos del Botànic establecen la reversión a lo pública de los servicios sanitarios externalizados en su día por los gobiernos del PP una vez acaben esos contratos, y que eso no se refiere sólo a hospitales.
De hecho, está registrada en Les Corts una pregunta al respecto del diputado Carles Esteve que Barceló deberá responder de manera oral si finalmente no decae con el cambio del calendario de sesiones. En cualquier caso, todos asumen que el objetivo de convencer al PSPV es muy complicado aunque este movimiento confirma que lo intentarán hasta el final.
Casi al mismo tiempo que en el 'consellet' se frenaba al menos temporalmente la iniciativa, Barceló presentaba en Les Corts el concurso de transporte urgente y no urgente cuya pre-licitación se estableció hace unos meses en 378 millones de euros por cuatro años. Con prórrogas e imprevistos podría llegar acercarse a los seiscientos millones aseguran a este periódico fuentes conocedoras del texto. El contrato actual se licitó inicialmente en 2017 por 226 millones para cuatro años y acabó en los juzgados aunque con una denuncia por falsedad documental y prevaricación archivada.
Barceló aseguró que esta licitación permitirá el aumento del número de ambulancias no asistidas destinadas al transporte urgente y no urgente (61 nuevas ambulancias), así como el aumento de las ambulancias de Soporte Vital Básico (siete más) y la ampliación de los horarios en otras seis de estas unidades, que también se produciría en otras siete ambulancias de Soporte Vital Avanzado (SAMU) a las 24 horas.
La consellera defendió que el nuevo contrato supondrá una mejora tanto en la atención a los ciudadanos como para los trabajadoras y trabajadores del servicio, aunque los sindicatos se han mostrado mayoritariamente favorables a la reversión.