CASTELLÓ (EFE). Manuel Borja-Villel es un curtido y prestigioso museólogo que, tras 15 años al frente del Museo Reina Sofía, vuelve a la Barcelona donde consolidó su trayectoria como alto cargo del Departamento de Cultura de la Generalitat con la misión de aprovechar las sinergias derivadas de la ampliación del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC).
Desde su nuevo puesto como responsable del un tanto rimbombante 'Programa temporal para el desarrollo y encaje en el sistema museístico de arte del proyecto de ampliación e impulso del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC)', Borja-Villel tendrá la misión de reflexionar y asesorar sobre las oportunidades y diálogos que surjan de esta expansión con el resto de museos de Barcelona, de Cataluña, españoles e incluso del ámbito internacional.
El Patronato del MNAC ha dado esta tarde su pleno apoyo a un nombramiento que considera "idóneo", tras valorar su larga experiencia y su proyección y contactos internacionales en el ámbito museístico.
Nacido en 1957 en Burriana, Manuel Borja-Villel se licenció en Historia del Arte por la Universidad de Valencia en 1980 y se trasladó a Nueva York para ampliar su formación, doctorándose en Filosofía en el Departamento de Historia del Arte de la Graduate School de la City University de Nueva York.
Desde el año 1990 hasta 1998 fue el director de la Fundación Antoni Tàpies de Barcelona, donde comisarió numerosas exposiciones y promovió la creación de una sala fuera del centro para dar a conocer a jóvenes artistas alternativos.
De la Tàpies pasó a dirigir el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) entre 1998 y 2008, época en la que también presentó numerosas exposiciones dedicadas a artistas como William Kentridge, Perejaume, Gego y Pablo Palazuelo y muestras sobre arte cinético, arte moderno "alternativo" o sobre la evolución del arte social y activista desde los años 60.
Entre 2004 y 2007 pasó a ser secretario-tesorero del Comité Internacional para Museos y Colecciones de Arte Moderno (CINAM) hasta que en 2007 fue nombrado presidente del mismo, convirtiéndose en el primer español en presidir este órgano.
En 2008 se convirtió en director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) tras ser elegido en un concurso público, cargo desde el que introdujo novedades, amplió espacios y cambió el organigrama de la institución, que ganó autonomía de gestión y se apostó por la autofinanciación con la nueva Fundación.
Dos años después del nombramiento, Borja-Villel fue designado miembro de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias.
El pasado 19 de enero se despidió del Reina Sofía tras 15 años de dirección al renunciar a la reelección, después de que aparecieran informaciones sobre supuestas irregularidades en las dos prórrogas de su contrato (2013 y 2018), si bien desvinculó su decisión de las mismas e indicó que ya estaba tomada desde hacía tiempo, tras hablar con su equipo y su familia.
Durante los 15 años que estuvo al frente del Reina Sofía, Borja-Villel organizó más de 200 exposiciones, convirtió el museo en uno de los más visitados de España (de 1,5 millones en 2008 a más de 4 millones y medio antes de la pandemia), y aumentó los ingresos propios del 5 al 40 %, contando con la donación de obras.
En la actualidad, Borja-Villel es uno de los comisarios de la Bienal de Sao Paulo, en Brasil, que concluirá a finales de año.
La Generalitat de Cataluña ha visto como una oportunidad la "vuelta a casa" de este "hijo pródigo" de la gestión museológica para dar un impulso al sistema museístico catalan junto al director del MNAC, Pepe Serra, que seguirá liderando la ampliación del museo de cabecera de Cataluña en el cercano Pabellón Victoria Eugenia de Montjuic.
