CASTELLÓ. El proyecto de primera comunidad energética local que promueve la Concejalía de Transición Ecológica del Ayuntamiento de Castelló ha recibido el interés para integrarla de 43 personas. Este miércoles se ha celebrado la segunda jornada informativa en la que se han configurado los criterios de reparto de la energía y las cuotas de las distintas formas de asociado. Esta figura utilizará la modalidad de autoconsumo compartido para hacer el reparto a los socios que se encuentren en 500 metros a la redonda de un punto de generación colectivo de energía renovable.
“Desde la Concejalía, con el apoyo de Sapiens Energía, acompañamos y asesoramos a las personas y pymes interesadas en constituir una comunidad energética local. Esta figura, que recoge el real decreto de 2020 en materia de energía, permite la gestión de su propia energía a los integrantes, con ahorros medios en la factura de un 20 y un 40 %. Una forma para reducir la pobreza energética e incidir en la lucha contra el cambio climático”,ha destacado el concejal de Transición Ecológica, Fernando Navarro.
El proyecto que impulsa la Concejalía de Transición Ecológica contempla la organización de tres jornadas ciudadanas. El 6 de abril tuvo lugar la presentación de la iniciativa. Este miércoles, Sapiens Energia ha presentado las opciones para la configuración interna de la comunidad y los pasos a seguir para crear la comunidad energética. La tercera será el 27 de abril, a las 18.30 horas en el edificio de Quatre Cantons, donde se habrá facilitado el borrador de Estatutos a los interesados para que en la sesión puedan presentar las observaciones que consideren oportunas.
Esta propuesta ayudará a los vecinos y vecinas de Castellón a constituir la primera comunidad y aspira a ser un revulsivo para animar a la creación de otras comunidades energéticas población a desarrollar más proyectos utilizando la comunidad energética como herramienta facilitadora. En este primer proyecto que empuja el Ayuntamiento pueden formar parte las personas o pymes de forma individual que se ubiquen a 500 metros alrededor una de una instalación de autoconsumo colectivo que se ubicará en una dependencia de titularidad municipal y que financiará la Administración. Luego, los participantes pagarían una cuota por consumir la energía de la fotovoltaica y lograría un ahorro de la factura actual que se situaría entorno a los 217 euros anuales con una potencia asignada de un kilovatio. Esta reducción se produce gracias al autoconsumo y al excedente generado.
Así, la comunidad energética local se presenta como un nuevo actor en el mercado energético, que será controlada por sus socios, que propicia beneficios sociales y ambientales frente a ganancias financieras y facilita la colaboración entre los vecinos, pymes y Administración.