CASTELLÓ. Más de dos meses después del cierre de Zara en la plaza Santa Clara sigue el hermetismo de Inditex sobre el futuro del edificio. A pesar de los rumores respecto al aterrizaje de alguna conocida firma textil nacional e internacional, la realidad es que en el Ayuntamiento de Castelló no existe ninguna petición de licencia de actividad para la reapertura.
Así lo señalan fuentes municipales, que admiten cierta extrañeza ante la indefinición (y parálisis) actual, ya que la compañía gallega trasladó tiempo atrás su pretensión de evitar un cese prolongado. Sin embargo, por el momento no se tiene constancia del interés de alguna mercantil o franquicia por revitalizar la finca.
Zara bajó la persiana de su mítica tienda en pleno centro de la capital de la Plana a principios de año. El 26 de enero consumó el anuncio que había realizado en octubre sobre la decisión de poner el candado a un local que en 1992 dio nueva vida a lo que se conocía como antiguos almacenes Lemon.
Tras el cierre al público, Inditex procedió al vaciado interior durante las siguientes semanas. Además de retirar el género y mobiliario, eliminó la cartelería exterior para dejar el inmueble despejado. En paralelo, la empresa tabicó la separación con el local de la calle Enmedio, que había alquilado al poco de abrir en Castelló con el objetivo de disponer de una salida de incendios, aunque con el tiempo se convirtió en una nueva entrada.
La separación de ambos establecimientos se produjo casi en tiempo récord, lo que permitió a la propietaria, la familia Monfort, recuperar el bajo en el mismo estado que lo alquiló y ponerlo de nuevo en el mercado al precio de 3.500 euros al mes. Según confirma la inmobiliaria Elite Home, que se ha encargado de gestionar y promocionar el local, la cadena Druni ha aceptado las condiciones económicas y en breve levantará la persiana de otro negocio en el casco antiguo.
Inditex conoce de primera mano la intranquilidad del consistorio tras materializarse el adiós de Zara en Santa Clara. La alcaldesa de Castelló, Begoña Carrasco, ha reiterado en varias ocasiones que "esperamos que [el edificio] no se quede vacío. Así se lo hemos pedimos a la propietaria. Imaginamos que por puro interés empresarial seguirá abierto. Desde este gobierno siempre promoveremos acciones que vayan encaminadas a incentivar las compras en el centro".
El cierre del inmueble también genera preocupación entre los comerciantes del centro. Incluso, los empresarios de las tascas ya advirtieron en su momento que se trataba de una mala noticia para la ciudad. El silencio de la compañía gallega alimenta todavía más esa inquietud.
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