VALÈNCIA. Vender las bondades de su política fiscal, la colaboración público-privada y su intención de buscar cada vez menos burocracia. Es lo que hizo este miércoles el president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, en su visita a la patronal de Cataluña Foment del Treball, donde, pese a insistir en que no quería hacer una "OPA hostil" al empresariado catalán, pronunció un discurso que sonó a música celestial para muchos de los presentes. El presidente de la patronal, Josep Sánchez Llibre, que dirigió el acto, se deshizo en halagos personales hacia Mazón y sus políticas y empleó la visita para reivindicar medidas similares ante el Gobierno de Pere Aragonès.
Era la primera visita de Mazón a tierras catalanas, invitado por la patronal para, entre otras cosas, hacer ruido con las rebajas fiscales que se están aplicando en la Comunitat Valenciana y que la organización empresarial busca que se repliquen en su territorio. No pudo ser más oportuno el encuentro, que se desarrolló en una jornada imprevistamente preelectoral, pues por la tarde Aragonès anunciaría la convocatoria anticipada de elecciones autonómicas tras no poder sacar adelante los presupuestos de 2024 en el Parlament.
En este contexto, y ante un auditorio entregado, Mazón desplegó la batería de medidas que hicieron sentir "envidia sanísima" y "muchísima satisfacción" al líder de los empresarios catalanes, Sánchez Llibre, quien consideró el camino del ejecutivo valenciano conformado por PP y Vox como "business-friendly". "Es lo que Foment ha planteado como sus grandes objetivos para ser competitivos en Cataluña", recalcó Sánchez Llibre tras la alocución del president, donde incidió en las rebajas fiscales valencianas y aprovechó para anunciar el veto de nuevos impuestos que estaban en el aire.
De esta manera, no sólo hizo un repaso por medidas como las rebajas en IRPF y en Transmisiones Patrimoniales o la bonificación de Sucesiones y Donaciones, sino que ya adelantó que algunos gravámenes aprobados en el anterior mandato y aplazados no se llegarán a ejecutar. Se refirió, en este caso, al impuesto a grandes superficies comerciales, y a los impuestos 'verdes' a la industria y a los vehículos de tracción mecánica. Tributos aprobados en la Ley valenciana de Cambio Climático de 2022 pero que no entraban en vigor hasta 2025. Según Mazón, no se pondrán en marcha porque "no va a ayudar a nuestra competitividad" y porque, a su juicio, forman parte de "un discurso 'fake' de sostenibilidad" que "lo único que va a provocar es el colapso".
En cuanto al impuesto de Patrimonio, e instado a explicar por qué sigue manteniéndolo en la Comunitat pese a los intereses de asociaciones como Foment del Treball, Mazón aseguró que está "en la hoja de ruta" suprimirlo pero se excusó en que "es complicado cambiarlo todo en siete meses". Con todo, prometió contundente que la eliminación del impuesto "va a ocurrir".
Y aunque la fiscalidad fue uno de los más preciados baluartes que llevó Mazón a los empresarios catalanes para resultarles "irresistiblemente atractivo", también tocó aspectos como el de la burocracia, y mencionó en ese sentido el Plan Simplifica que permitirá agilizar los trámites burocráticos para las empresas. Así, apuntó por ejemplo a la reducción de los plazos de las empresas fotovoltaicas que ahora "obtendrán su licencia en un año o las licencias de edificación que se rebajarán de tres años a un mes". Este punto y el de "reducir la grasa de la administración", en sus propias palabras, fueron de los valorados entre los asistentes, y cifró en 20 millones de euros el 'recorte' en personal de confianza.
Tampoco faltó, en este caso a preguntas del público, la defensa de la colaboración público-privada en el ámbito sanitario "cuando es más útil" y siempre que "mejore" la prestación del servicio. "Si no mejora lo que tenemos, no", aseguró, para aclarar que busca huir de "prejuicios ideológicos". En gestión hospitalaria, concretó que aboga por este sistema dependiendo del caso, y puso como ejemplo el del hospital de Elche-Vinalopó como centro que "funciona bien", mientras que en Manises o Denia el Ejecutivo considera que la gestión "era mejorable". En ese sentido, subrayó que "lo que funciona bien, hay que potenciarlo" y que "lo primero es la calidad asistencial".
Al acto asistieron el presidente del Cercle d'Economia, Jaume Guardiola, o representantes del PP, como el alcalde de Badalona (Barcelona), Xavier García Albiol, y el líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera, amigo del propio Mazón y quien promovió este encuentro en la patronal catalana. También el presidente de la CEV, Salvador Navarro; el presidente del Cercle d'Economia, Jaume Guardiola; o el expresidente de la CEOE, Juan Rosell.
En general, fue un encuentro marcado por el compadreo y la reivindicación conjunta, también en el Corredor Mediterráneo, donde Mazón les reconoció a los empresarios que "los tristes y lentos avances" realizados se han conseguido gracias a "la presión empresarial". Aunque eso sí, quiso lanzar una pulla a la sociedad catalana y su Gobierno para que sean "igual de reivindicativos" con la ejecución de las obras en el tramo valenciano que en el catalán, que está más avanzado. "No basta con expresar un malestar, hemos de conjurarnos a la acción y hacerlo, además, desde la proximidad", indicó.
En cierto modo, Mazón buscó un acercamiento al Ejecutivo catalán, si bien evitó la fotografía con el president de la Generalitat Catalana y no se reunió con él. Pero en el encuentro, reconoció que la Comunitat y Cataluña se encuentran "de espaldas, por lo que instó a perseguir una "proximidad respetuosa" y "más allá de etiquetas ni tópicos", una "proximidad inteligente y sin paternalismos". A la postre, dijo, "hay cosas que a todos nos convienen" y "no tiene sentido la lejanía".
Una postura aparentemente conciliadora que se ha venido manifestando en los últimos tiempos en aspectos como el apoyo a los planes del Ministerio de Transición Ecológica para transportar agua desalada desde Sagunto hasta Cataluña en caso de sequía de cara al verano. Extremo que defendió como "generoso", además de "coherente" con la reivindicación histórica de agua de la Comunitat, que no exime sin embargo de que la Generalitat debe hacer sus "deberes" en inversiones hídricas, dijo.
Sobre este aspecto también hizo hincapié Mazón durante la entrevista que mantuvo previamente en la televisión pública catalana TV3. Una entrevista que no fue del todo cómoda para el president pero que abordó temas de actualidad como la controversia por la eliminación de los premios Guillem Agulló desde Les Corts Valencianes. Sin embargo, Mazón censuró el "homicidio impresentable de un fascista" a Agulló y anunció, como había adelantado Valencia Plaza, que el PP recuperará los premios en una propuesta ante la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), para "retomar el consenso" roto por sus socios de Vox en el parlamento valenciano sobre este reconocimiento.
También habló del sistema de financiación autonómico y, tras recordar la infrafinanciación sostenida de la Comunitat Valenciana, afeó que los representantes de la Generalitat Catalana no colaboren en el diseño de un nuevo sistema: "Mucho no lo han intentado porque si no van ni a las reuniones (mesas de presidentes ni Consejos de Política Fiscal y Financiera) es difícil". Además, incluso recordó que el expresident de la Generalitat Valenciana, el socialista Ximo Puig, propuso un "frente común" a Aragonès que este rechazó "porque decidió ir a la vía unilateral". Por ello, instó a estar "todos juntos en la misma mesa para hablar con rigor y tratando de hacer justicia para todos". Y se mostró abierto a alcanzar acuerdos "si la Generalitat de Catalunya está dispuesta a que se haga justicia para todos".