CASTELLÓ. Moncofa contará a finales de 2025 con nuevos espigones que permitirán regenerar su litoral y asegurar su supervivencia ante los efectos del cambio climático. El Ministerio de Transición Ecológica acaba de licitar las obras con un presupuesto base de 11 millones y un plazo de ejecución de 11 meses.
La localidad de la Plana Baixa ve cada vez más cerca una actuación esencial para garantizar la conservación de su costa y que inició su planificación en 2015. El ministerio aprobó en octubre el proyecto definitivo y un mes después activa el proceso de ejecución. Comprende el desarrollo de una serie de espigones entre el río Belcaire y la playa del Estanyol para poner coto al retroceso sufrido por la costa en las últimas décadas.
El objetivo de la actuación pasa por generar una configuración que afiance su estabilidad frente a fenómenos erosivos y mitigar su vulnerabilidad ante los efectos del cambio climático. Así, pretende recuperar la función de defensa de las playas, dotándolas de una anchura que permita disipar de forma efectiva la energía del oleaje durante los temporales; ampliar su superficie para activar la función lúdica; preservar el entorno ecológico y artístico-cultural como la Torre de Beniesma; y mejorar el encauzamiento de la desembocadura del río Belcaire y de los dos desagües de las lluvias que desembocan en la costa.
La propuesta a ejecutar incrementará la línea de costa entre 30 y 50 metros en las playas de la Torre y Estanyol, que recuperarán su estado histórico. Para ello, aportará 156.800 metros cúbicos de grava; 3.000 m3 en la playa del Tamarit; 111.200 en la Torre; y 42.600 en el Estanyol.
También se destinarán 5.100 metros cúbicos de arena para la formación de dunas que tendrán una altura de hasta 3,8 metros y contarán con un cerramiento de protección formado por postes de madera, dentro del que se plantarán especies autóctonas. Además, se adecentará el entorno que se generará con las franjas dunares, con la instalación de pasarelas de madera.
Esta mejoras serán posibles con la construcción de una infraestructuras de protección, que consistirán en cinco nuevos espigones.
En estos momentos, según el pliego de condiciones, la playa La Torre es un espacio aislado de rocas y grava sin disponibilidad de servicios; mientras la playa de Estanyol carece de servicios y equipamientos para el uso público, aunque dispone de un paseo marítimo parcial.
Cabe recordar que el Ministerio de Transición Ecológica ha finalizado desde 2018, en el marco de la estrategia de regeneración del sur del Castellón, obras de estabilización en la Llosa y Almenara con un presupuesto de 5,9 millones; en les Marines en Nules, con un coste de 4 millones.
En marcha están el plan de recuperación de la costa entre el puerto de Benicarló y el límite de Vinaròs, y los proyecto de regeneración de la playa sur de Burriana y de la costa sur de Xilxes.