Líder de la oposición a Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, Mónica García apunta al Botànic como el ejemplo de que se puede doblegar a un PP hegemónico y luego gobernar con un modelo alternativo
VALÈNCIA. Mónica García trata por todos los medios de esquivar la política nacional, algo poco frecuente en Madrid. Así, dice, lograron adelantar al PSOE en las últimas elecciones autonómicas allí. Aprovechando su presencia en una Jornada del Partido Verde Europeo en València, la líder de Más Madrid habló con Ediciones Plaza de las polémicas entre el Botànic e Isabel Díaz Ayuso, de descentralización, de frentes más o menos amplios y de la situación de Mónica Oltra.
-¿Existe en estos momentos alternativa a la alternativa verde?
Claramente no hay alternativa a lo verde. Nos lo dicen los científicos, los expertos en crisis climáticas, nos lo piden las ciudades, el futuro y el planeta. Por eso es muy preocupante que ciudades o comunidades como la de Madrid vayan siempre a la contra del sentido común verde.
-¿Hay diferencias reales entre las políticas valencianas de València y Madrid en este ámbito?
Todas. En Madrid todo lo que huela a transformación para ciudades más amables, más humanas y más saludables hay una parte de la sociedad, en la que está el gobierno que la considera hostil a su modo de vida. Tanto el alcalde (José Luis Martínez Almeida) como la señora Ayuso hacen gala de esa hostilidad. Hemos propuesto espacios amables alrededor de los colegios y lo consideran una agresión a su modelo, caduco, retrógrado y que pone en medio de todo el coche.
-Si todo está tan mal... ¿por qué Ayuso arrasa en Madrid?
En la Comunidad de Madrid, Ayuso está subida a una ola reaccionaria que le empuja y ella es una muy buena embajadora de esa ola, que está en gran parte de España y de Europa. Ese péndulo reaccionario esperemos que esté en su punto álgido y tenemos que empujarlo hacia políticas de progreso. La Comunidad Valenciana y València son un buen ejemplo de que se puede hacer. En la época del señor Camps y la señora Barberá parecía que había una hegemonía de ese neoliberalismo salvaje y de ese ‘salvase quien pueda’ pero se pudo hacer. Es difícil cambiar el signo de los tiempos de la Comunidad de Madrid pero es un reto apasionante y no es imposible y la Comunidad Valenciana es un ejemplo.
-Una de las grandes confrontaciones ideológicas de los gobiernos valenciano y madrileño en estos últimos años son los impuestos, por subirlos, mantenerlos o bajarlos, y la habitual acusación a Madrid del president Ximo Puig de ‘dumping fiscal’. ¿Existe esa competencia desleal?
Lo primero es que los impuestos salvan vidas, educan a nuestros hijos, te envían una ambulancia y hacen ciudades más amables. Son el único pegamento que hay para vivir en sociedad. Se puede armonizar los impuestos para que paguen los que más tienen, que ahora están exentos en Madrid, y que cada euro vaya a políticas públicas, algo que como hemos visto en la pandemia en Madrid tiene ciertos desagües en comisiones, mordidas o redes clientelares. Hay en Madrid una especie de campaña de ‘apadrina a un millonario’ pero el ‘dumping’ fiscal es uno de los elementos más antipatriotas que puede haber. Esa atracción de multimillonarios a la Comunidad de Madrid que dejan de pagar sus impuestos en otras comunidades es el concepto de la economía por goteo, que mientras ellos se comen las gambas, nos caerán las cabezas. Pero eso es mentira, lo dicen el FMI, la OCDE o el propio (Joe) Biden. Las recetas de Madrid está demostrado científicamente que no resuelven los problemas de la gente.
-Otro de los creadores de desafección hacia Madrid es la centralización. Hay estructuras que están allí sin necesidad pero si se descentralizan instituciones es evidente que Madrid perdería cosas, ¿ve eso como un ataque?
Hay una contradicción en los discursos de las derechas en Madrid que, por un lado, niegan que parte de la riqueza de Madrid tenga que ver con su capitalidad y, por otro lado, cuando les hablas de descentralización dicen que están atacando a Madrid. Es incompatible. Está claro que Madrid se aprovecha de la capitalidad… como todas las capitales del mundo. No es nada nuevo. La descentralización de algunas estructuras u organismos ayudarían a un reparto justo del estado. Se puede, pero debería hacerse de una manera pausada, sensata y honesta. Viendo las opciones que son factibles y las que no.
-Usted ha venido este sábado a un acto de los Verdes Europeos, el lunes Íñigo Errejón a fortalecer una alianza electoral, al final de mes vuelve él y la vicepresidenta Yolanda Díaz a un congreso sobre la jornada laboral de cuatro días...¿Hay interés en estar en la Comunitat por parte de la izquierda?
Esto es un referente de cómo se puede expulsar al PP de las instituciones pero también el pacto del Botánico lo es de cómo fuerzas diferentes pueden gobernar y revalidar gobiernos. Nosotros no queremos ser oposición a Ayuso, queremos ser alternativa. De Madrid se ocupa todo el mundo pero nadie se ocupa de los madrileños y madrileñas. Llevamos tres años tomándole el pulso a Madrid y por eso tuvimos tan buenos resultados el 4 de mayo, porque hablamos de cosas estrictamente madrileñas.
-Parece que los frentes electorales de izquierda avanzan, pero no está claro cuando 2+2 suman cuatro, cinco o tres…
No existe una fórmula, a veces suman y a veces no. Hay que analizar cada situación en su contexto. Que fuerzas diferentes hablen y dialoguen, se unan y tengan objetivos comunes es normalizar la política. Pero nosotros estamos en Madrid, somos Más Madrid. Dicho eso, toda la suerte para todas las fuerzas progresistas que tratan de abarcar una mayor parte del electorado y del sentido común progresista.
-¿A los madrileños les interesaría un frente amplío con Yolanda Díaz?
Les interesaría una alternativa en la Comunidad de Madrid. A partir de ahí podemos hablar de cualquier cosa en el Estado. Pero estamos hartos de ser una pieza más del puzzle y que no se hable de lo que les interesa a los madrileños y madrileñas.
-Usted tiene mucha relación con Mónica Oltra, que pasa un momento complicado y que puede ser citada como investigada próximamente, por su gestión en el caso de los abusos de su exmarido a una menor tutelada, ¿cómo ha visto el caso y cómo la ve a ella?
Oltra es un referente de hacer una buena política. Está sufriendo ‘bullying’ por parte de la extrema derecha, que le tiene que hacer un ataque judicial porque político no puede porque es intachable. Eso no lo soportan, como pasa con Ada Colau. La idea es que todo el que ose a hacer una política a favor de la vida de la gente lo pague caro. He hablado con ella y está tranquila, ha dado todas las explicaciones….
-Pero es que hay un proceso judicial que avanza. Es evidente quién lo empieza pero es que hay un juez que dice que puede haber un delito…
Pues que se avance hasta el final. Pero no es casualidad que esté detrás la extrema derecha o que el PP no esté después de haber revisado toda la documentación se haya puesto detrás de la extrema derecha. Creo que es intachable, que tiene vocación de servicio público y que es de las personas en las que piensas cuando buscas gente que se haya metido en este fregado para mejorar la vida de la gente.