VALÈNCIA. El presidente del PP, Pablo Casado, no está dispuesto a entregar las armas sin luchar. Tras siete horas de reunión de su Comité de Dirección, la cita se saldó sin ninguna dimisión y con la convocatoria para el próximo lunes -luego se pasó al martes por coincidir con el Día de Andalucía- de la Junta Directiva Nacional del partido, órgano que deberá debatir y votar sobre la fecha del congreso nacional.
Un congreso que, de manera ordinaria, debía celebrarse en julio, pero que varios referentes, como el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, o la madrileña Isabel Díaz Ayuso, pretenden adelantar tras la crisis abierta entre Casado y la lideresa autonómica.
Así, el presidente del PP optó este lunes por resistir pese a que varios de sus más estrechos colaboradores discreparon en el encuentro sobre la estrategia llevada a cabo especialmente en las últimas semanas. Incluso alguna dirigente, como la diputada valenciana Belén Hoyo, llegó a poner sobre la mesa el cese del secretario general, Teodoro García Egea, una opción que varios miembros secundaron pero que no contó con el visto bueno de Casado.
De esta manera, la agonía se prolongará varios días más. Tal vez semanas. Para convocar un congreso extraordinario es necesario el respaldo de dos tercios de la mencionada Junta Directiva Nacional, órgano compuesto por unas 300 personas entre las que se encuentras los miembros del Comité Ejecutivo Nacional, 30 vocales elegidos en el Congreso Nacional, presidentes autonómicos y provinciales, diputados nacionales, senadores, eurodiputados, presidentes de diputaciones, alcaldes de capital de provincia y de ciudades de más de 50.000 habitantes, entre otros. Es decir, Casado se enfrentará a los críticos de su partido en una reunión que se prevé tensa y para la que, a buen seguro, se van a producir numerosas presiones en los próximos días.
Precisamente, fuentes populares señalaron a este diario que la estrategia tejida por García Egea en la reunión del Comité de Dirección de este lunes iba dirigida a contar y recabar apoyos de cara a la Junta Directiva. El objetivo: no alterar el calendario y evitar el adelanto del congreso donde debe dirimirse la reelección de Casado. No obstante, las críticas en el propio órgano ante la situación provocada por la guerra pública contra Díaz Ayuso, conllevó una reunión maratoniana en la que se ha evidenciado el malestar de dirigentes muy próximos a Casado.
Mientras, fuera de este encuentro, ha emergido con fuerza la figura de Núñez Feijóo como alternativa. Distintos medios nacionales han informado de que el presidente gallego ha contactado en las últimas horas con diversos referentes territoriales para tratar de poner fin a la crisis con la puerta abierta para tomar las riendas del partido. Una opción que contaría con el beneplático de Díaz Ayuso, quien también ayer afirmó públicamente que no luchará por el liderazgo nacional del PP.
En cuanto a la situación de los dirigentes del PP de la Comunitat Valenciana, es especialmente comprometida para el presidente, Carlos Mazón, que siempre ha mantenido una sintonía especial con García Egea, quien le facilitó el apoyo de Casado para alcanzar el liderazgo. Hasta el momento, el respaldo al líder nacional ha sido constante, aunque evitando beligerancia contra Díaz Ayuso, si bien preocupa notablemente la crisis abierta de cara al compromiso electoral en la Comunitat Valenciana en 2023.