CASTELLÓ. ¿Por qué no hacer un museo de la radio y en Castellón? Defendía el periodista y catedrático de Vila-real Ángel Faus que el inventor de la radio fue un ingeniero de Segorbe, Julio Cervera Baviera, y no Guillermo Marconi, a quien se le atribuye generalmente este hito. Sin embargo, aunque fue el italiano el primero en presentar una patente, se trataría más bien de un invento colectivo en el que el castellonense jugó un papel importante. Pudo, en efecto, Faus documentar que once años antes que Marconi, Cervera logró transmitir la voz humana entre Jávea e Ibiza, es decir, entre más de 85 kilómetros de distancia y logrando además que el mensaje viajara en doble dirección. No obstante, Marconi inventó la telegrafía sin hilos, pero para transmitir señales y no sonido. El primer mensaje que logró enviar fue a través de código Morse y en una única dirección. Esta pequeñita aclaración ha provocado que en círculos internacionales esté más que aceptado que el inventor de la radio sea el segorbino Julio Cervera.
Ahora bien, además de por razones históricas, guarda la provincia sin saberlo un inmenso tesoro que bien podría residir bajo las paredes de un museo, como también los hay dedicados al cómic o incluso a los Cuadernos Rubios en Geldo. En Burriana, Vicente José Felip García, guarda una colección con más de dos mil radios y afines. Muchos de esos aparatos se remontan a principios de los años 20 y algunos incluso a día de hoy funcionan.
"Sin radio estaríamos perdidos, es triste que la gente no sea consciente", le dice Felip García a este diario. Su sueño sería poder almacenar todo este patrimonio en una casa museo que lo custodie cuando él no ya esté. El castellonense, que ha ejercido toda la vida como electricista y también ha sido artista fallero, no pasa por un buen momento de salud. Sin embargo, lleva más de diez años peleando por esta idea, tanto con políticos como con particulares, y no cesa en su intento por crear un museo de la radio que pueda cuidar su colección.
"Me gustaría que se me recordará por la labor que he hecho por la radio. Mi sueño es que haya un museo de la radio. No me importa dónde. He hablado con mucha gente de la política y todo se queda en palabrería", lamenta Felip García. No es el burrianense una persona cualquiera en la prensa radiofónica. El también locutor, fue miembro fundador de Radio Club Internacional en Burriana, una emisora a la que varios países se asociaron en su época, y con veinte años fue tertuliano de un programa de Radio Color.
Además, con tan solo 16 años el castellonense empezó su vasta colección de radios y afines. Una colección que no solo custodia radios de España, sino también de Txecoslovaquia, Australia, Alemania, Sudamérica y hasta Estados Unidos. "También tengo gramolas, tocadiscos, libros y revistas sobre la historia del medio", apostilla. En definitiva, un valioso tesoro que teme que caiga en el deterioro. "He pasado cientos de horas restaurándolos, pero son aparatos casi centenarios", explica el burrianense, quien reconoce haberlo pasado muy mal por el temor de que todo este material termine perdiéndose. Una colección de un indudable valor histórico y también sentimental.
Así pues, aunque ha podido el profesional exhibir sus piezas en una docena de exposiciones de Castellón y también Valencia -fue en 1996 cuando mostró por primera vez su colección en Burriana- considera que es la creación de un museo la opción más idónea. Ya cuenta con una exposición permanente en el Museo del Carmen en Onda, pero no pueden este tipo de proyectos acoger dos mil piezas, como resulta ser el caso. "Han pasado 30 años desde mi primera exposición, pero ya no puedo hacer más", advierte.
Vicente José Felip García ha hablado alto y claro y su demanda ha logrado, de hecho, captar la atención de muchísimos de medios de comunicación en los últimos días, pero ¿necesita realmente Castellón un museo de la radio? Para José María Arquimbau, figura clave de la provincia por sus más de 50 años ejerciendo como locutor primero en La Voz de Burriana y más tarde en Radio Nacional de España, la respuesta es bien sencilla: "Ojalá se haga ese museo". Considera el periodista que sería una oportunidad muy buena para difundir la importancia de la radio, pero también para recoger los aparatos que también guardan en sus casas otros profesionales de la voz.
Así mismo, cree Arquimbau que lo más correcto sería hacer un museo que funcionara como centro de estudio de los medios de comunicación, recordando también la historia de la prensa escrita o incluso de los primeros años de televisión. "La radio siempre ha estado ahí para dar las buenas y las malas noticias. Recuerdo que mi peor día en la radio fue cuando se produjo un accidente de autobús en Torreblanca y me pasé toda la noche en el cementerio de la localidad esperando a los familiares. También han habido fechas señaladas para Castellón, como el golpe de Estado de 1981 o cuando el pantano María Cristina, en L'Alcora, estaba a punto de estallar por las intensas lluvias. La radio estuvo ahí para avisar del peligro". Con todo, cree el periodista que "igual sería interesante que acogiera la propia universidad de Castellón" esta idea.
Por su parte, Lorena Pardo, locutora desde más de veinte años en Onda Cero, considera que Castellón necesita este museo por dos razones: la primera, por un hecho histórico tan relevante como es que un segorbino fuera parte de la invención de la radio, y la segunda porque la joya que guarda Felip García bien lo merece. "Tengo dos radios de él y todavía funcionan. No es un mero coleccionista de radios, es un técnico y arqueólogo de la radio. La mayoría de sus aparatos están funcionando. Esto es increíble, porque podemos saber cómo sonaban las radios en sus primeras versiones." Imagina Pardo un museo interactivo que nos haga viajar a hace más de 80 años, con todo lo que esto significa. "Necesitamos este museo y espero que no se decidan a hacerlo cuando Vicente ya no esté", reivindica la periodista.
Con 81 primaveras, quien fuera durante más de tres décadas director de Radio Nacional de España en Castellón presenta su segundo libro en tres años, un exhaustivo monográfico dedicado a la historia del medio radiofónico en la provincia de Castellón y a todos sus protagonistas. Ayer domingo, 9 d'Octubre, recibió una distinción de la Generalitat Valenciana en la modalidad de 'Periodismo libre en el autogobierno'.
Históricamente, la radio ha servido como altavoz para las opiniones más plurales, y fue un canal indispensable para colectivos pequeños, movimientos alternativos y voces diferenciadas que, desde las emisoras, intentaron evadir cualquier tipo de censura. La libertad de la radio actual ha permitido que el colectivo LGTBI tenga un amplificador de onda para programas y podcast que visibilizan aquello que la heteronorma intenta esconder o reprimir. Ante la proliferación de la radio-fórmula, algunos referentes queer llevan tiempo abriendo sus micros a la lucha por la diversidad