LA MAYORÍA UBICADAS EN LA VÍA PÚBLICA

Ocho obras de la Fundación Caixa Castelló quedan en custodia del Ayuntamiento durante una década

2/12/2022 - 

CASTELLÓ. El Perot de Granyana no se moverá ni un centímetro de donde está. Semanas atrás saltaron las alarmas por si su traspaso, motivado por la reforma de la avenida Lidón, ponía en peligro el estado de la escultura, ya que presentaba un "riesgo real de rotura". Sin embargo se decidió que finalmente ésta iba a permanecer en su actual emplazamiento. Y ahí seguirá por lo menos durante los próximos diez años. 

El Ayuntamiento y la Fundación Caixa Castelló han aprobado el comodato para la cesión temporal de ocho obras de arte propiedad de la institución privada, entre ellas el Perot de Granyana, obra de Juan Bautista Adsuara.

Però, el concordato también ha formalizado y fijado, por primera vez, las condiciones para que estas piezas sean exhibidas en espacios públicos. No existía hasta la fecha un documento que concretara cuál era la responsabilidad del Ayuntamiento ante el estado de conservación de cada obra, lo cual suponía un problema a la hora de actuar ante imprevistos.

En este sentido, tal y como queda ahora recogido, la institución pública se encargará del mantenimiento y reparación de aquellos desperfectos que puedan ser asumidos por el personal municipal, pero el resto, como pueda ser los ocasionados por un accidente por fuerza mayor, serán responsabilidad de la Fundación como propietaria de las mismas. 

Piezas con sesenta años de historia

Además del Perot de Granyana, el resto de obras que quedan en manos del Ayuntamiento de Castelló durante la próxima década son La Mare de Déu del Lledó (1955) y el San Cristóbal (1957) de Juan Bautista Porcar, ubicadas en la Basílica del Lledó; el Tríptico Tombattosals (2002) de Vicente Traver Calzada, situado en el edificio Quatre Cantons; así como la Mano de pilotari/ Narcís (1992) de Manuel Boix; el Ángel Custodio (2002) de Josep Esteve Edo; Maternidad (2008) de Melchor González Zapata; y la Paloma/Mensajera de la Paz (2004), de Luis Prades. Estas últimas dispuestas a pie de calle, motivo por el cual también será responsabilidad del ente público velar por el buen estado de las piezas. 


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