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Otra azulejera no aguanta el tirón: entra en liquidación y subasta su fábrica en Onda por 3,1 millones

15/06/2023 - 

CASTELLÓ. La crisis en el sector azulejero sigue dejando por el camino compañías que no han conseguido superar el bache de los últimos ejercicios. La última en conocerse, la de una empresa radicada en Onda que, tras 25 años ha tenido que bajar la persiana por no poder hacer frente a las deudas contraídas. Se trata de la firma Barro, Diseño y Arte (Badiart), que se encuentra en pleno proceso de liquidación, en el que ha tenido que sacar a subasta sus bienes por más de 3,1 millones de euros.

Fundada en 1998, la firma ondense se dedicaba a la fabricación de piezas pequeñas de azulejo, que exportaba a mercados del este como el de Rusia. La progresiva caída de estos mercados antes de la pandemia dificultó la estabilidad financiera de la compañía y, tras comprarla un nuevo empresario, viró hacia la producción de azulejo convencional. Un cambio que, sin embargo, no pudo salvar el devenir de la compañía, teniendo en cuenta el complejo contexto económico tras 2020 y la afectación por el alza de los precios y la crisis energética a la que se ha tenido que enfrentar el sector.

Así pues, la firma entró en concurso de acreedores en 2021 pero la propuesta de saldar la deuda a diez años no convenció a todos los acreedores, y aprobó un ERE concursal. A principios de este año, se llegó al acuerdo para extinguir la relación laboral con la veintena de trabajadores y cesó la actividad, para proceder a la liquidación de la compañía. Y ahora ha tenido que deshacerse de toda la unidad productiva que ostenta en el municipio de Onda.

Subasta de 3,1 millones en un único lote

La subasta, iniciada la semana pasada, incluye por un lado, el terreno y las naves ubicados en el polígono industrial de Sonella, valorados en 3,3 millones de euros y que comprende la fábrica y las oficinas. Además, se subasta la maquinaria, valorada en 3,1 millones de euros, dedicada a la fabricación de piezas de cerámica y que está conformada de diferentes hornos, máquinas de serigrafía, esmaltación y cortes.

Por otra parte, se encuentran diferentes elementos de transporte como un camión, valorados en 21.000 euros, así como otros equipos como ordenadores, fotocopiadoras, etcétera, por valor de unos 100.000 euros. También se tiene en cuenta el solar anexo tasado en casi un millón de euros y una finca rústica dedicada a la plantación de naranjas por unos 3.000 euros.

Con todo, "se fijan unos precios mínimos para la subasta extrajudicial del 50% respecto a los inmuebles y el 30% respecto de la maquinaria", explican las bases del proceso, por lo que el precio inicial de subasta son 3,1 millones de euros. Y los bienes se venden en un único lote "a la vista del interés empresarial cerámico de la zona", según el escrito del administrador concursal, Emilio González, al juzgado de lo mercantil número 1, que tutela el proceso. En el caso de que la subasta quede desierta, explica el mismo, "se procederá a una segunda subasta por lotes separados".

En ese sentido, el escrito también explica que "durante el periodo del concurso y la fase de liquidación se han puesto en contacto con esta administración concursal diversas empresas interesadas" en la compra de la fábrica, "principalmente, se trata de empresas del sector que desean establecer una actividad económica de cerámica en dicho lugar y que podrían estar también interesados en la configuración de la concursada especializada en pieza pequeña". También hubo algún interesado en la adquisición de los inmuebles con un interés inmobiliario.

Sea como sea a la postre, la venta se permitirá pagar gran parte de la deuda de la compañía, que asciende a 3,6 millones de euros, donde se incluye la hipoteca de las naves, que no se subrogará por medio de la subasta.

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