CASTELLÓ. La industria azulejera afronta otro verano complicado. La caída de la demanda está forzando al sector a alargar los habituales paros productivos que las fábricas llevan a cabo en agosto para el mantenimiento de los hornos.
Tradicionalmente, agosto (y en menor medida la época navideña) ha sido el período del año en el que las fábricas azulejeras detienen hornos coincidiendo con las vacaciones de la plantilla, algo que se aprovecha para realizar a fondo las tareas de mantenimiento. Sin embargo, este será el segundo verano consecutivo en el que el sector del azulejo se ve obligado a ampliar el período de los paros para intentar hacer frente a la complicada situación que atraviesa, y eso que en la mayoría de los casos la inversión en nueva maquinaria y reparaciones va a ser la estrictamente necesaria.