Pablo Roig interviene en una acción defensiva en el choque frente al Villarreal B.CASTELLÓN. La llegada masiva de refuerzos de invierno al Castellón ha coincidido con la irrupción del canterano Pablo Roig, que se ha hecho un sitio en los planes del técnico Óscar Cano pese a la creciente competencia en su posición.
El centrocampista de 20 años debutó con el primer equipo albinegro en la jornada inicial, con Sergi Escobar, pero su continuidad ha llegado con el preparador granadino, que empezó dándole minutos en las segundas partes hasta situarle en el once inicial.
La vida le ha cambiado en pocas semanas a Pablo Roig, que ha pasado del filial, en Regional Preferente, a tener un papel preponderante en Segunda B. "Las facilidades que me han dado me han permitido expresar mi fútbol en el campo, pero sí que es verdad que hasta yo me he sorprendido de alguna forma", reconoce el medio.
Roig, que cumple su quinta temporada en el club albinegro, dispuso de sus primeros minutos en Segunda B el 25 de agosto, en Castalia, ante el Atlético Baleares, jugando los 15 minutos finales. Mucho han cambiado las cosas desde entonces, ya que con la llegada del tercer técnico de la temporada, el equipo ha encontrado un aplomo que no tenía.
Su participación también ha cambiado respecto a su estreno con Escobar. "La situación del debut fue diferente a la de los últimos partidos porque no estaba tan integrado a la dinámica del equipo como ahora. Óscar Cano me dio mucha confianza y en mi segundo partido ya jugué 20 minutos. A partir de ahí he ido creciendo como jugador y en parte también como persona", explica el futbolista, cuya primera titularidad, ante el Ontinyent, fue una sensación de enorme satisfacción: "No me lo podía creer. Tuve que sentarme y darme cuenta de lo que estaba pasando, pero una vez empecé a calentar, mis compañeros me dieron el apoyo suficiente para poder sacarlo adelante".
Pablo Roig admite que faltan "muchas cosas por mejorar y para eso tengo a mis compañeros y al míster". Con los pies en el suelo, el canterano compagina su actividad deportiva con su carrera de Administración de Empresas en la UJI, porque "para mí es importante desconectar y tener otras cosas aparte del fútbol. Además, me parece imprescindible combinar el fútbol con otra actividad".
