CASTELLÓ. La polémica sobre las pintadas y cartelería de Ciudadanos vive un nuevo episodio con la presentación de una petición de la formación naranja, en la que insta al tripartito a eliminar los restos de publicidad electoral visibles en diferentes distritos de Castelló. El escrito, presentado este jueves por registro y que suscribe el portavoz, Alejandro Marín-Buck, en nombre del Grupo Municipal, va dirigido a los concejales de Equipamiento y Servicios y Uso de Espacios Públicos, Rafa Simó y Jorge Ribes, respectivamente.
Cs exige que ambos ediles, del PSPV-PSOE, ordenen a las brigadas municipales que "peinen la ciudad y procedan a retirar" aquellos vestigios, sin importar el signo político, que "hayan sido olvidados de las campañas del pasado 28 de abril y 26 de mayo", esto es, generales, autonómicas y locales.
"Aun sabiendo que esto no es responsabilidad nuestra, tomamos el guante de oposición constructiva y no como algunos miembros del Acord de Fadrell, que en vez de ejercer sus funciones de gobierno y mandar retirar esa cartelería y pintadas, prefieren inventar noticias fake para atacar a la oposición", subraya Marín-Buck aludiendo a la denuncia de Compromís.
"No vamos a aceptar lecciones de nadie y menos moralistas de quien inventa informaciones por tapar sus vergüenzas", añade el portavoz de Cs en respuesta a las manifestaciones de Ignasi Garcia. "Lo único que quiere Compromís es ganar el protagonismo que su socio mayoritario (PSPV) le arrebató en las urnas y en el día a día casi no le queda margen de actuación", prosigue.
Marín-Buck concluye aseverando que la coalición nacionalista "está perdiendo el tiempo y descuidando sus tareas de gestión. Así que pedimos la misma ejemplaridad que exigen ellos".
Las declaraciones del portavoz de la formación naranja evidencian las tirantes relaciones con parte del equipo de gobierno. El punto de inflexión se produjo pocas horas después de aprobarse el nuevo régimen retributivo de los concejales del Ayuntamiento de la capital de la Plana en el último pleno antes de las vacaciones de agosto.
El alegato final del portavoz del tripartito, Rafa Simó, acusando a la oposición de solicitar 55.000 euros para aceptar una dedicación parcial de los portavoces, tuvo un claro destinatario al desvelar una conversación privada del propio Marín-Buck con la alcaldesa, Amparo Marco, a través del WhatsApp semanas atrás. El líder de Cs, sensiblemente disgustado, no tuvo más remedio que reconocer el cruce de mensajes. A partir de ese instante, la afabilidad abrió una ventana a la adustez en el día a día entre las distintas formaciones.