CASTELLÓ. El cambio de postura del ministro de Agricultura, Luis Planas, respecto al sector citrícola valenciano, y por extensión, estatal, es más que evidente. Tanto es así que, mientras hace algo más de un año y medio se limitaba a echar balones fuera acerca del impacto de la naranja de Sudáfrica en la comercialización de la autóctona, ahora reconoce el daño. 

En su comparecencia de este jueves, previa a la reunión que mantuvo con el president de la Generalitat, Ximo Puig, Planas reconoció que la temporada citrícola española ha comenzado "más pausada" de lo habitual. Esto, según dijo, se debe a dos factores, "cuestiones climáticas", el calor que hasta hace unos días todavía reinaba en buena parte de Europa y que hace que el mercado no tire de las compras; y "la existencia de stock por parte de la distribución". 

Aunque de forma ambigua, Planas reconoce con esta frase que la fruta del hemisferio sur, y sobre todo de Sudáfrica, que las grandes cadenas de distribución acumulan en sus almacenes, está lastrando la campaña valenciana. Son, además, las dos razones principales que ya apuntó Castellón Plaza hace poco más de una semana. 

Es la primera vez que Planas apuna, aunque discretamente, a la naranja llegada de fuera. Y no deja de tener su importancia que el ministro comience a asumir el discurso del sector, con el que se reúne además a primera hora de este viernes en la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana para "escucharle". 

El acuerdo con Sudáfrica

En la libreta de los productores citrícolas estará, a buen seguro, la revisión del acuerdo con Sudáfrica, que actualmente está llevando a cabo la Comisión Europea y sobre la que Planas ya se mostró "optimista" en València. A este respecto, el titular de la cartera ministerial agraria señaló este jueves que los cítricos deben ser considerados "producto muy sensible", lo que abriría la puerta a revisar los aranceles a la baja, algo siempre muy complicado.