CASTELLÓ. El puerto de Castelló renovará y ampliará su torre de control con una inversión de 2,4 millones. Esta actuación reforzará un espacio que es el encargado de la coordinación de emergencias marítimas y seguridad portuaria, con la introducción de nueva tecnología o la creación de una nueva sala de crisis, entre otras novedades.
La Autoridad Portuaria acaba de lanzar la licitación del contrato, que contempla un plazo de ejecución de 12 meses. Esta reforma se desarrolla mientras de forma paralela impulsa un cambio de la seguridad perimetral en la dársena norte con la incorporación de inteligencia artificial, que también incluye la torre de control.
La torre de control será objeto de una adecuación tras su puesta en marcha en 1997 y la obra se fundamentará en el proyecto encargado en abril de 2023.
El futuro edificio incrementará su superficie e incrementará nuevos equipamientos, entre otras, una reubicación de la sala de crisis o la puesta en marcha de una aula de formación.
La extensión contemplará una nueva cubierta sobre la actual terraza transitable, que cerrará la sala de crisis construida, mientras las zonas exteriores de la planta baja serán integradas en el edificio para habilitar nuevos espacios auxiliares, como sales de equipos y vestíbulo de acceso; espacio de grupo electrógeno, sala de formación, vestuario más cocina, comedor y sala de descanso. En este caso también habrá una ampliación de la zona de cocina y descanso y una unificación de espacio de servidores.
Por su parte, en la primera planta se instalará un nuevo puesto de control y gestión centralizado y una redistribución y adecuación de oficinas y despachos. Mientras, en la segunda habrá un nuevo almacén, se unificarán los despachos en una sala multipropósito flexible y albergará la sala de crisis, dándole más visibilidad del puerto.
Una vez acaben las obras, en torno a finales de 2025, el puerto dispondrá con una remozada torre de control que afianza la seguridad y coordinación en sus operativas.
Al tiempo que se licitan las obras de la torre de control, el puerto está ejecutando un cambio de su sistema de seguridad perimetral, una actuación que culminará en 2027 en diferentes fases y que se extenderá por todas las dársenas con una inversión de 12 millones. Ahora se lleva a cabo la primera fase, en la zona norte, con un presupuesto de 5,3 millones. Este último contrato fue adjudicado en julio en dos lotes a las UTE formadas por Becsa y Acciona y por Prodevelop y Enyca Ingeniería y Comunicaciones.
Este proceso de modernización supondrá una automatización de las operativas e implementará una malla de comunicaciones y videocámaras para minimizar las posibilidades de fallo. Por ejemplo, mejorará la medición de acopios de mercancía y las operaciones de buques, así como acciones que refundarán en la eficiencia en seguridad y gestión ambiental.