CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Almassora ha cerrado un presupuesto de 36.545.300 euros para 2023, unas cuentas inferiores a las del ejercicio en curso ante el contexto socioeconómico y que, por octavo año consecutivo, mantendrán congelados los impuestos, según ha declarado la alcaldesa, Merche Galí.
Será un presupuesto “austero”, en el que “todas las concejalías van a reducir sus gastos corrientes” para que el Ayuntamiento asuma el 3% del incremento del coste del tratamiento de la basura, así como el del contrato de deportes, la revisión del coste del contrato de recogida de residuos y el aumento de los fondos para limpieza viaria, en lugar de repercutirlo a la ciudadanía.
La memoria de Alcaldía para estas cuentas refleja la subida de todos los costes con “una tasa de inflación del 7,3% en el momento en el que redacto este documento, problemas de suministros que aún arrastramos y una guerra en Europa que se prolonga en el tiempo”, por lo que “la consecuencia es directa tanto en el presupuesto municipal como para las economías familiares: en 2023 vamos a pagar más por los mismos servicios, productos y costes energéticos”.
Ante esta situación, el equipo de gobierno formado por PSPV y Ciudadanos ha apostado por un presupuesto profundamente inversor (9.6 millones de euros), en tanto que “las administraciones debemos convertirnos en motores económicos que permitan mantener el empleo y aseguren la supervivencia de las empresas”. Al tiempo, esta vocación garantizará al Ayuntamiento de Almassora el cumplimiento de la normativa europea para la consecución de los fondos FEDER. A ellos se sumarán en 2023 los primeros Next Generation, con 550.000 euros para modernizar el sistema de recogida de residuos, con medios más sostenibles y de calidad.
Todo ello llegará en el año decisivo para “poner fin a un triste récord: ser la ciudad de la provincia con más barracones”, además de limitarse el IES Álvaro Falomir por 15,7 millones y continuar las mejoras en los colegios incluidos en el Plan Edificant.