VALÈNCIA. La transitaria valenciana Raminatrans aumentó su facturación un 8,96% en 2022 hasta los 319,12 millones de euros por la tendencia alcista en el precio de los fletes. Así lo recogen las cuentas de la compañía depositadas en el Registro Mercantil, que siguieron el camino ascendente de 2021, año en el que la compañía elevó sus ventas un 121%. Un aumento que no se reflejó de manera igualitaria en los resultados, que arrojaron beneficios de 18,2 millones, un 42,41% menos que el año anterior, que ascendieron a 31,6.
Según señala la compañía presidida por Rafael Milla en su informe de gestión, el incremento del importe neto de la cifra de negocios fue debido, fundamentalmente, al mantenimiento de los altos precios de los fletes que se fue produciendo desde septiembre de 2020. Una tendencia que se vio truncada en el último cuatrimestre del año, con una bajada sustancial que dejó, a finales de ejercicio, el precio en ratios de importes de 2019. "El incremento del número de transacciones realizadas durante los tres primeros trimestres del ejercicio 2022 con respecto al anterior es lo que ha propiciado el incremento de facturación con respecto al ejercicio anterior", señalan.
Con los niveles de facturación alcanzados, la sociedad se mantiene entre las 10 primeras compañías transitarias, a nivel nacional.
El volumen de negocio de las empresas transitarias ha registrado en los dos últimos años una evolución "muy positiva", en un contexto de aumento del comercio exterior, creciente externalización de las actividades logísticas por parte de las empresas industriales y fuerte alza de las tarifas del transporte, señalan desde la compañía en el mencionado informe.
Así, en 2022, la facturación agregada de las empresas transitarias que operan en España se situó en 11.000 millones de euros, un 29,4% por encima de la cifra registrada en el año anterior. En dicho ejercicio, el volumen de mercancías importadas o exportadas por España se situó en 445.149 millones de toneladas, un 2,8% más que en 2021. En términos de valor, las importaciones se cifraron en 457.321 millones de euros en 2022, un 33,4% más, y las exportaciones crecieron un 22,9%, hasta los 389.209 millones.
Respecto a 2023, recordaba la caída vertiginosa que comenzó en el ultimo trimestre de 2022, propiciado por la desaceleración en la demanda de transporte de mercancías, tanto en exportación como en importación, y que se mantuvo hasta el primer trimestre del pasado año. "Los índices más utilizados para las tarifas de flete marítimo en importaciones de China en todo el mundo, no reflejan subidas de los mismos hasta el segundo semestre de 2023, cuando se empiecen a estabilizar tras una leve tendencia al alza", recoge.
Por otro lado, alude al resultado de los principales puertos europeos. Señala que el análisis de Port Economics muestra que, a cierre de 2022, los 15 puertos principales del continente movieron un 4,2% menos de contenedores en comparación con 2021 y un 3,2% en relación con 2019. "También en España se perciben síntomas de ralentización en el transporte marítimo de contenedores, con un descenso del 3,2% a cierre de 2022 y de hasta el 8% en este primer trimestre, según los datos aportados por Puertos del Estado", continúa.
Mientras, señalan que las perspectivas para los próximos años tampoco parecen muy optimistas, sobre todo en Europa y América del Norte. "A todas estas variables, hemos de sumar los procesos de integración vertical que vienen protagonizando las grandes navieras, lo que suponen una "gran amenaza estratégica" para el sector transitario. En este sentido, deberemos optar por procesos de digitalización, que nos hagan ser más competitivos y ágiles ante la volatilidad en la que se encuentra nuestro sector, así como buscar nuevas oportunidades de negocio en los servicios de nicho".