CASTELLÓN. En pleno auge del negacionismo, las cifras constatan, una vez más, que la violencia machista es un problema social y político de primer orden. Solo en la ciudad de Castellón, solo en 2018, la Policía Local ha detenido a 100 hombres por maltratar a sus parejas o exparejas -84 han sido arrestados por agresión y 16 por vulnerar las órdenes de alejamiento-. La violencia de género se convierte así en la primera causa de detención del cuerpo local de seguridad en la capital de la Plana, donde el número de arrestados ha crecido un 77,7 por ciento desde 2015.
Aquel año se detuvo a 23 agresores, cifra que creció hasta los 40 en 2016 y que registró un incremento significativo en 2017, cuando se alcanzaron los 80 arrestados por violencia machista. La tendencia al alza en el número de detenciones puede significar dos cosas: que hay más hombres maltratadores o que hay más mujeres que denuncian.
Las autoridades se inclinan por esta segunda explicación. Tanto la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, como el comisario principal jefe de la Policía Local, José Luis Carque, achacan el repunte de detenciones al hecho de que se presentan más denuncias. Aún así, señala la primera edil, "no hemos tocado techo, porque sigue habiendo mujeres que tienen miedo a represalias contra ellas o contra sus hijos".
En este sentido, Marco anima a las víctimas a denunciar y hacer uso de los recursos que ponen a su disposición la Generalitat y el Ayuntamiento de Castellón. El propio jefe de la policía ha admitido que "la lucha contra el terrorismo machista es complicada" y se facilita el trabajo policial "cuando se pone una denuncia".
Por tanto, que la Policía Local haya detenido a 100 agresores en 2018 no significa que solo existan 100 casos de violencia machista en la ciudad de Castellón. Para conocer la incidencia global de esta lacra habría que sumar los delitos que no se denuncian (que pueden suponer la mitad de los casos, según constatan los datos del Centro Mujer 24 Horas), y las actuaciones llevadas a cabo por la Policía Nacional, que también tiene competencias en esta materia.
Otro de los resultados que arroja el balance es que no hay un perfil determinado de maltratador. Si se tiene en cuenta la variable de la edad, el recuento de actuaciones policiales revela que hay agresores de todas las edades. El varón más joven arrestado durante 2018 por este motivo tenía 20 años, y el más mayor, 82. Eso sí, el grueso de detenidos se sitúa en la franja de edad comprendida entre los 30 y 40 años.
En el cómputo global, teniendo en cuenta todo tipo de delitos, el último año se salda con un total de 227 detenciones por parte de la Policía Local. Es la primera vez que se rebasan las 200 anuales, según ha explicado la alcaldesa, quien atribuye la cifra a "la efectividad" del cuerpo de seguridad y no a que se haya producido un incremento de la criminalidad.
De hecho, señala, la tasa de delincuencia en Castellón es de las más bajas a nivel estatal y europeo. Con 32 delitos por cada mil habitantes, la ciudad se sitúa por debajo de la media nacional, que está en 32, y de la media comunitaria, que alcanza los 60.
Después de la violencia machista, las causas principales de detención son, por este orden, la violencia doméstica (aquella que se ejerce entre parientes), con 27 arrestados; los atentados a la autoridad (agresiones a agentes de la Policía Local), con un total de 20 detenciones; y los robos con violencia e intimidación, con 17 detenidos.