CASTELLÓ. Era 19 de julio, del año 19. Un grupo de militantes del PPCV, unos 140, nos vimos para reflexionar sobre los otros 19 que marcaron nuestros resultados electorales en la Comunidad. Un 19% de voto y 19 diputados autonómicos conseguidos (de ellos tan solo 5 en Castellón). Reflexionar sobre ello era importante. Así lo indiqué en numerosas ocasiones.
No había cargos, aunque se invitó a algunos de ellos que declinaron acompañarnos. Solo militantes con la preocupación compartida del presente de nuestro partido, y del futuro que nos puede deparar el rumbo actual.
Desde que se inició el acto de reflexión abierto, en todo momento hubo alguien en el uso de la palabra. Dos horas de intervenciones ininterrumpidas, espontáneas y libres (unas veinte), algunas planteadas por gente muy joven.
Solo hubo futuro, nada de nostalgia. El futuro de quienes somos conscientes de que 25 años de victorias y la mejor gestión de la historia en pueblos, ciudades y la Comunidad Valenciana nos obliga a vivir sin complejos frente a la izquierda, y sin preocupación por los partidos a los que se ha permitido arrebaten nuestros votos.
La noche del 19 de julio ha sido una cena de valientes, y esa valentía nos debe acompañar para recuperar en cuatro años los gobiernos autonómico y locales. Que en 2023 no haya otros 19, que no sea la fecha de alguna reunión de partido o de celebración de algún evento exitoso.
Cómo explicaba en mi anterior artículo ('El valor de la autocrítica') las derrotas han sido durísimas, los peores resultados de la historia del PP, pero la desafección de la gente puede ser todavía peor. En términos de algunas intervenciones que escuché, puede ser catastrófica.
El primer paso es devolver al militante y simpatizante la ilusión de ser del PP. Después recuperar nuestro posicionamiento en el mapa ideológico y nuestra organización y estructura de partido que permita hacer un trabajo territorial como corresponde, para estar tan cerca de la gente como estuvimos en el pasado. Algo que ciertamente se echa de menos.
Estamos por tanto hablando de una reconstrucción del partido que se debe hacer desde la suma de voluntades sin renunciar a aquellos cambios que sean necesarios y que en algunas de las provincias ya han comenzado. No debemos vivir en la provisionalidad bajo ningún concepto.
Si queremos ganar el futuro debemos comenzar a construirlo ya. Los asistentes a la Reflexión 19 y muchos otros que no pudieron venir, lo tenemos claro.
Y en ello estamos.