CASTELLÓN. El Castellón ha cambiado a una tercera parte de su plantilla en este mercado de invierno... y todavía falta más de una semana para que finalice el plazo para nuevas altas y bajas. Son muchas las novedades y muchos los jugadores que tienen que justificar las expectativas con las que han llegado al club.
Si hay un futbolista de la actual plantilla albinegra que puede hacer un análisis profundo de las incorporaciones es Paco Regalón, que ha coincidido con tres de los seis refuerzos que ha incorporado el club hasta el momento: Rubén Ramos, César Díaz y Óscar Fernández. Para el central, son jugadores que van a mejorar considerablemente la plantilla. "Cuando se adapten y se sientan bien, seguro que nos van a dar grandes tardes en Castalia", afirma.
Sobre el centrocampista organizador afirma que va a ofrecer más sentido al juego del equipo. "Rubén apuntaba mucho en el Atlético de Madrid y por circunstancias siempre ha estado en Segunda B, pero es un jugador que nos aporta muchísimo. Tiene calidad y visión de juego y nos da esa tranquilidad de proporcionar continuidad al juego teniendo el balón", explica.
Respecto a los centrocampistas de banda César Díaz y Óscar Fernández, subraya que son futbolistas "muy parecidos, porque son potentes y rápidos y van a hacer mucho daño por banda. Tienen cualidades en el uno contra uno que desequilibran los partidos. Dan muchos centros y muchos goles, y eso es lo que necesita el equipo".
En la decisión de Díaz de firmar por el Castellón pesó con fuerza una conversación que mantuvo con Regalón para conocer mejor el club. El central le convenció con los siguientes argumentos: "Me dijo que el ambiente en el vestuario era impresionante, que el progreso del equipo era notable en los últimos partidos y que el proyecto es bonito, en un club con un margen de crecimiento grande y eso me convenció de venir aquí", revela Díaz.
Y Regalón señala al respecto: "Mucha gente me pregunta si hay problemas en el vestuario para que un equipo con tan buenos jugadores esté abajo en la tabla y yo les digo que el vestuario es lo mejor que tenemos, porque realmente somos una piña. Cualquier otro vestuario estaría hundido en una situación como esta y en el nuestro estamos todos unidos. Creo que César lo ha comprobado nada más llegar".