CASTELLÓ. Nuevas operaciones de concentración en el azulejo castellonense, esta vez entre empresas de tamaño medio. Rocersa ultima la compra de Azulev, en una absorción que está muy próxima a quedar cerrada, tal y como ha podido saber Castellón Plaza. Tanto, que la compañía que en junio de 2018 fue adquirida por el fondo Avenue Capital pretende exhibir la adquisición en la próxima edición de Cevisama, que comienza el próximo lunes.
No es la primera ocasión en que Rocersa pretende hacerse con Azulev, una firma histórica del panorama cerámico castellonense venida a menos a raíz de la crisis. Pero hasta ahora todas las intentonas habían acabado por desbaratarse. Esta vez, según concretan fuentes del sector a este diario, la firma se podría producir en la mañana de este jueves, lo que denota lo avanzado de las negociaciones.
Con ello, Rocersa se aseguraría un crecimiento importante, ya que, a pesar de las dificultades, Azulev mantenía en 2018 una facturación de 34 millones de euros, en línea con los ejercicios precedentes. Por su parte, la compañía absorbente cerró 2018 con unas ventas de 45,9 millones de euros, ligeramente inferiores a las del año anterior. Eso sí, los resultados de Rocersa fueron totalmente diferentes. Mientras 2016 y 2017 concluyeron con 5,5 y 4 millones de euros en pérdidas, en 2019 las ganancias fueron de 31 millones de euros.
Este cambio se debe a los ingresos financieros, que alcanzaron los 53 millones de euros derivados de la entrada del fondo inversor estadounidense. Y es que Avenue Capital, a través de su filial europea GL Europe Roc, utilizada para la transacción, materializó el 30 de noviembre de 2018 una ampliación de capital no dineraria destinada a compensar créditos que conllevó una prima de emisión de 68,7 millones de euros. La compañía pretendía realizar otra ampliación no dineraria en 2019, según reflejan las cuentas de la entidad de aquel 2018, las últimas registradas.
Esto ha aportado a Rocersa el músculo suficiente para proceder a la compra de Azulev, de la que de momento no ha trascendido el importe, pero que tenía un activo de 35 millones de euros al cierre de 2018. En aquel año cerró con unos beneficios algo superiores al millón de euros, ligeramente por encima del ejercicio anterior.
En aquel momento, Azulev ya había plasmado su cambio de orientación. A principios de 2018 cerró su planta de l'Alcora, dedicada a la pasta roja y que posteriormente vendió, y a lo largo del año implementó una nueva línea para gran formato en la factoría de Onda, donde además amplió la nave para incorporar una nueva sección de rectificado.
"Después de unos meses de adaptación y de lanzamiento de los nuevos formatos de gran dimensión, la planta alcanzó su óptimo de producción" a lo largo de aquel año, lo que llevó a repetir las ventas y a aumentar los beneficios, remarca la compañía en el informe de gestión que acompaña a las cuentas de 2018.
De concretarse la nueva operación, prácticamente cerrada, los fondos de inversión volverán a reforzar su protagonismo en la principal industria castellonense, plagada ya de inversiones de capital extranjero.