CASTELLÓ. El técnico del Castellón, Albert Rudé, ha reconocido el golpe duro que significa la derrota contra el Calahorra en su intención de ascender a Segunda División y ha apelado a una reacción rápida para evitar que se repita este guion en próximas jornadas. “Hay que pedir perdón a la afición porque se merecían la victoria y estamos perdiendo puntos que nos están alejando del objetivo. Resultados como el de hoy no se pueden repetir. Somos conscientes de ello y nos toca trabajar mucho”, ha manifestado.
El catalán ha hecho autocrítica expresando su disconformidad con el comportamiento del equipo. “Tenemos un día para estar tristes y jodidos, pero después debemos levantarnos con trabajo, compromiso y exigencia. Sé que cada vez es más difícil y es por nuestra culpa y por la responsabilidad que no estamos tomando porque no estamos haciendo las cosas que tocan. Habrá que asumir las consecuencias y aceptarlas. Y yo, como capitán del barco, el primero”, ha declarado.
Esas consecuencias las marcará el consejo de administración con su decisión de tomar una medida drástica o dar continuidad a la estructura actual. Pero Rudé sigue firme en su meta. “Seguiré trabajando a muerte hasta que me dejen para conseguir el objetivo que esta ciudad y esta afición se merecen”, ha subrayado. “Estoy con más fuerza aún porque quiero revertir esta situación y el equipo también. Pero hay que hacer autocrítica y que ésta no quede en palabras, sino en hechos”, ha concluido.