La X Legislatura de Les Corts Valencianes llega a su fin con una situación política que nadie podía imaginar el 16 de mayo de 2019.
Mi participación en la política autonómica se remonta al 11 de junio de 2015, con el inicio de la IX Legislatura y la irrupción de Ciudadanos como partido, tras el ilusionante Movimiento Ciudadano que inundó toda España. Veníamos a cambiar las cosas. Estábamos convencidos de ello y sentíamos el apoyo de la ciudadanía. Todos anhelábamos un cambio de rumbo en la política de la Comunitat Valenciana y este fue refrendado en las urnas. El resultado trajo una nueva reorganización de partidos políticos en Les Corts y realmente la presencia de Ciudadanos es la que cautivó a unos y a otros.
Tampoco puedo menospreciar a Podemos que, pese a formar parte del primer Botànic, no entró en gobierno y pudo maniobrar e influir en las decisiones de Puig y Oltra mucho mejor de lo que haría después en el Botànic 2. Tal vez mucha culpa de ello la tuvieran Montiel, Fabiola o Marc, de los que guardo grato recuerdo. Desde Ciudadanos supimos maniobrar y contribuir, pese a nuestra inexperiencia, a mejorar la vida de todos los valencianos. Los nombres de Carolina, Alexis, David, Alberto, Subi, Juan, Rosa, Merche, María José, Mari Carmen, Emigdio, Emilio y Domingo han supuesto un antes y un después. Carolina y Alexis fueron la mecha que permitió pensar en una nueva forma de hacer y concebir la política. Tampoco quiero olvidarme de Jose Enrique.
Junto a ellos, mi más sincera admiración a Manolo Mata e Isabel Bonig. Cada intervención o consejo que recibí de ellos me los guardo como un tesoro. Rubén Ibáñez sigue siendo una inspiración y un ejemplo a seguir y al que todo el mundo querríamos a nuestro lado. Mi gran apoyo Adrián, también Badenes, Blanca, Raquel, Belén y el insuperable Gobernado, han marcado también mi trayectoria; pero sobre todo Cris Grau, a la que considero como una más de los míos. La constancia y tesón de Alvise me regalaron lo que yo pensaba que me había ganado por mi trabajo durante 4 años, pero otros me quisieron privar. En casa siempre decimos que Dios aprieta, pero no ahoga. Y doy fe de ello.
Pero el inicio de esta X Legislatura me devolvió a la cruda realidad de lo que significa la política, o mejor dicho a lo que se cuece dentro de los partidos cuando los egos interfieren en lograr lo que se defiende y se promete. Cuando se contamina un ideal el resultado no puede ser el esperado. Y, por tanto, como ocurre con cualquier producto, cuando éste deja de ser útil al consumidor, tiende a llegar su fin.
Toni Cantó volvió a revolucionar el Hemiciclo con su discurso directo y muchas veces ofensivo para el contrincante. Era lo que todo el mundo quería escuchar y no se atrevía a decir. Tenía para todos. Para muchos, sobre todo los señalados con sus palabras, su despedida fue un alivio. Nadie podrá desmentir que las sesiones de control se acabaron con su marcha. Me quedo con mi sintonía con Ruth y el descubrimiento de Yaneth. Matthew sabe de lo que es capaz. Tomás, Cristina, Paula, el incombustible Dani o Beíta (como me gusta tenerla en contactos) han sido muy especiales en esta segunda etapa. La irrupción de Vox en el escenario político ha molestado a muchos, pero las encuestas y el apoyo de sus votantes es sólido en estos momentos. Para mí David ha sido una grata sorpresa. Juan Antonio, Catalina, Visiedo, José Carlos, Ximo… imprescindibles en su labor y siempre al pie del cañón para facilitarte el trabajo. En fin, mi más sincera gratitud a Ana y a Chelo; a Pepe; a Pilar; a Isabel, Natalia, Chimo, Sara, Nuria; a Fernando y al resto de personas que trabajan en Corts junto a la Policía Nacional, que han facilitado mi trabajo estos ocho años.
Ha sido un honor y un privilegio ser diputado durante estas dos Legislaturas donde he intentado aprender de todos mis compañeros y de todos los que me han podido aconsejar. También he intentado aportar y ser parte activa con mi trabajo de la aprobación de leyes que han ido dirigidas a mejorar la vida de todos los valencianos, junto a ocho presupuestos, buscando consensos y acuerdos.
Doy gracias a Valencia Plaza que me ha permitido expresar con mi columna el cielo aguarda ideas y reflexiones de la actualidad política valenciana. También a Rosana, Marta y Burguera, y al resto de periodistas y medios de comunicación.
Pese a nuestras diferencias ideológicas, mi admiración por el president Puig, Mónica Oltra, Rafa Climent, Vicent Soler, Arcadi España, Eva Martínez, - le vuelvo a pedir disculpas y ella sabe por qué- y a Manu Illueca. No puedo olvidarme de Jose María Toro, del que he aprendido muchísimo y admiro; excelente persona.
Mi familia es la fuerza y el pilar donde me he resguardado en los momentos difíciles, pero también en los momentos de alegría. Lo arriesgamos todo por un sueño que ha valido la pena. Y como no, a mi bro, David de Miguel.
No sé qué me depara el futuro, pero yo sigo intentando por todos los medios evitar un tercer Botànic al frente de la Generalitat. No quiero arrepentirme de algo que no he hecho o pueda estar en mi mano. Debemos asumir una responsabilidad. Como decía Cánovas del Castillo, “la política es el arte de aplicar en cada época aquella parte del ideal que las circunstancias hacen posible”. La fórmula está encima de la mesa y no podemos fallar ni equivocarnos, para así evitar lamentarnos.
El próximo 28 y 29 de marzo asistiremos al último Pleno de esta X Legislatura.
Me despido con un hasta pronto, convencido del trabajo hecho.