Qué regalar, a qué invitar o qué comer en estas fiestas señaladas si eres vegetariano, celíaco o diabético
La nómina del consumo de productos de origen animal durante las fiestas se triplica o cuadriplica respecto al consumo habitual. Crece, sobre todo, la demanda de carne de cordero. En estas fechas se concentra sobre un 30 % de la demanda anual de carne de cordero. En ciertos tipos de carnes, la producción nacional no es capaz de cubrir la demanda puntual de Navidad y se acude a importaciones masivas, muchas veces de animales vivos. Al leer la etiqueta o preguntar por el origen del animal, hay que tener en cuenta que el país de sacrificio no siempre coincide con el de cría y engorde. Matanzas aparte, hay bastantes alternativas navideñas al consumo de productos de origen animal: la lombarda con piñones es un plato tradicional de Nochebuena en Madrid y Castilla o León; el cardo con almendras es propio de Euskadi o Aragón; los tortos de maíz de Asturias funcionan sin picadillo y así. Solo hay que recordar que el recetario español fue pobre en efectivo y rico en imaginación.
La disidencia alimentaria tiene su belén en Disidente, el proyecto de Juan Llorca basado en productos vegetales y opciones saludables que pretende desterrar la hegemonía de la proteína de origen animal, muy arraigada en navidades. Por su parte, el restaurante vegetariano Oslo propone un menú especial de Nochebuena para llevar con la versión vegana de los canelones de pollo desmechado o del guisado bourguignon. Como las fiestas no lo son si no tienen su poquito de kitsch, uno de los entrantes es falso cóctel de gambas.
Desde 2018 y desde Daimús, Serra Vegana elabora opciones sin gluten de alimentos tan presentes en las celebraciones como el queso. De su obrador también salen productos reposteros míticos como el roscón de Reyes o el panettone. Y de su tienda falsos foie gras, embutidos etc. que bueno, viva el plástico y los procesados.
De chocolate con almendras, imperial y de crema de almendras son los sabores de turrón de los jijonencos Coloma García. Una selección tradicional sin azúcares añadidos. Nutricionalmente el azúcar te sube igual, por el turrón y muchos más factores, pero bueno. Para controlar la glucosa no hay alimentos milagro pero sí productos dulces que además son digestivos: FRUTA, la golosina de la naturaleza, según Marge Simpson. ¿Cómo hacer especial la ingesta de fruta, cuando debería formar parte del día a día? En nuestros templos del producto en crudo —los mercados municipales— hay fruterías exóticas que son como la cornucopia del color selvatico. Por ejemplo, Tropicalmente Herbasana. Además, la pitaya, la papaya o la mano de buda —no apta para darle un bocado— pueden hacer de decoración navideña tropical.
En sí, la mayoría de dulces tradicionales de navidades —turrones, mazapanes, polvorones— no llevan ingredientes con gluten, pero como la almendra va cara, y más aún tener un obrador aparte sin contaminación cruzada, la harina («la harina es cocaína, canta Alavedra») se usa para adulterar las golosinas navideñas.
Las primeras descripciones de la enfermedad de la celiaquía fueron realizadas durante los siglos I y II d. C. Areteo de Capadocia, médico de origen griego, definió la celiaquía o enfermedad celíaca: un síndrome que afecta a personas que presentan una predisposición genética que les produce una "intolerancia" al gluten. Se estima que esta enfermedad afecta al 1 - 2 % de la población, cifra alterada por la infradiagnosticación. Los cálculos indican entre un 80 y un 85 % de los celiacos están sin diagnosticar, según datos de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España.
Hacer de la necesidad virtud podría ser la raison d'être de Massaxuxes, el proyecto de Montse, Marta —sus colaboradoras— dos personas interesadas en la agricultura ecológica y los productos de proximidad. «Dos personas convencidas que cada vez que consumimos, decidimos que modelo de sociedad y consumo queremos». Desde 2012 confeccionan turrones ecológicos, muchos de ellos aptos para veganos, sin gluten o azúcares añadidos. El fundador de la empresa familiar, Antonio Plá Ferrándiz, empezó a vender turrones en Reus en el año 1885. Un siglo y pico después, esta marca continúa su actividad bajo el reconocimiento del Consejo Regulador del turrón de Jijona y Alicante. La gama ecológica de los turrones más característicos están certificados por el Comité de Agricultura Ecológica de la Comunidad Valenciana. Los polvorones sin gluten tienen el clásico sabor intenso de la almendra tostada con toques de canela y limón,« pero con harina de trigo sarraceno y arroz, para que los puedan disfrutar los celíacos, y con aceite de oliva virgen extra pensando en nuestros amigos veganos».