Foto: MIGUEL LORENZOVALÈNCIA. El estigma de tener 50 años, y el de la discriminación de género se sacude bailando. Sol Picó ha creado un “punto de encuentro” en el Teatre Martín i Soler del Palau de Les Arts. En él, el talento de casi una veintena de mujeres se funden para crear un espectáculo total. Una suma de fuerzas titánicas para hablar de la identidad más allá de la identidad, pero sobre todo, para romper todo yugo que la edad o el género suponen en una mujer.
Sumemos las partes. En primer lugar están ellas: Natsuki, Charlotta Öfverholm y Sol Picó. Tres bailarinas que han pasado de la cincuentena. Tres mujeres con unas trayectorias internacionales y de creación de vértigo. Ellas son el centro del espectáculo, los cuerpos que se mueven y se liberan de su propia identidad. Lo hacen a través de una coreografía que primero acentúa una creación individual y después lo hace de manera colectiva. Cuenta Sol Picó que cuando Jesús Iglesias Noriega, director artístico de Les Arts, le trasladó la propuesta, afloró en ella una idea que “tenía ganas desde hace de llevar a cabo”: “un encuentro con otras coreógrafas y bailarinas maduras pero en activo”.
La palabra “encuentro” tiene todo el sentido, porque la casualidad ha sido un ingrediente importante en la conformación del elenco. Un café que lleva otro, una conversación que provoca interés por el proyecto… Las tres han acabado encontrándose por primera vez para esta pieza y afirman haber logrado “una intimidad” casi de manera instantánea.
La cuarta suma es Judit Farrés, actriz, compositora y DJ, responsable del espacio sonoro y de la música. También estará arriba del escenario, es la cuarta ‘titana’. El de ella ha sido un trabajo desde cero, de improvisar su propia composición en los ensayos mientras veía al resto bailar. Ha ido traduciendo y corrigiendo conforme los ensayos pasaban. Sin peso en la mochila. Y junto a ella, una sección de doce mujeres del Cor de la Generalitat que no solo integran voz sino también cuerpo sobre el escenario.
Durante los ensayos, las integrantes del Cor no estuvieron y fueron figurantes, estudiantes de danza los que hicieron su papel. Las ‘titanas’ reconocieron ayer en rueda de prensa que había cierto escepticismo en su incursión. Ahora, quieren llevárselas a hacer toda la gira: “son sencillamente increíbles, estamos encantadas, desde el primer momento se implicaron mucho”, loaba Picó. Un agradecimiento a la formación que insistieron en extender a todo el personal del Palau de Les Arts.
Falta un ingrediente más, la instalación de vídeo de Milosh Luczynski, el artista ha preparado “sin vernos casi”, una serie de vídeos que acompañan la coreografía. En realidad, toman un protagonismo mayúsculo, puesto que las luces de las tres pantallas que se integran como una dimensión más al cuerpo de cada una de las bailarinas, apartan el resto de luces, creando un espacio único.
Titanas es una suma, que es en realidad una multiplicación. “Es un espectáculo vivo, visceral”, decía Natsuki. “Es un espectáculo de creación, que irá creciendo y modificándose cada vez que lo hagamos, dependiente del momento en el que esté cada una”, afinaba Picó.
La pieza se podrá ver del 18 al 22 de mayo con un precio único de 25 euros y es estreno absoluto. Con él se cierra el programa Les Arts és Dansa de esta temporada, si bien a Titanas le espera una gira por Castelló, pero también por Cataluña y Madrid.
