CASTELLÓ. Las enfermeras de la planta 1D del Hospital General de Castelló, donde quedan ingresados los pacientes contagiados (y los posibles) por el hongo multirresistente que desde hace un año dificulta la atención en la Unidad de Cuidados Intensivos, Candida Auris, lanzan un SOS: necesitan refuerzos.
Así lo recoge una queja formal, dirigida al director gerente, al económico y a la dirección de Enfermería del centro, en la que exponen su situación y los motivos que les llevan a lanzar esta demanda. El principal es que, aunque tienen un ligero refuerzo desde el pasado 21 de abril (dos enfermeras más que las otras alas), este es insuficiente.
No en vano, deben atender a todos los pacientes que salen de la UCI -encamados y con muchas necesidades de atención- y además el protocolo marcado por Medicina Preventiva para la Candida Auris establece que deben ser enfermeras y auxiliares de enfermería diferentes las que entren a las habitaciones de los pacientes positivos (a día de hoy hay 3), los probables y los negativos... y esto "nunca" se cumple, recogen en su escrito. El problema se agrava durante las noches, cuando solo hay disponible "una enfermera y una auxiliar" para los tres grupos de pacientes, denuncian.
Todo ello deriva en sucesivos problemas. Hasta el punto de que se han dado "varios casos de pacientes positivos por transmisión cruzada". Es decir, que se han contagiado unos a otros, dado que antes, a la salida de la UCI, habían dado negativo en los análisis realizados. Así, a no ser que previamente los análisis fueran erróneos, los nuevos positivos solo se explican por fallos en el protocolo de atención.
Y es que el personal se ve constantemente obligado a saltarse el protocolo para atender a los enfermos. De hecho, la falta de camas en el Hospital General de Castelló también fuerza a que Dirección de Enfermería tampoco cumpla la separación de pacientes probables, que en teoría deberían estar solos en su habitación. Esto "jamás se ha cumplido", señala el texto.
Por todo ello, y ante un problema con el hongo multirresistente que no amaina, la plantilla de la planta 1D reclama que se contrate a más personal "para garantizar la presencia de dos auxiliares y dos enfermeras en cada turno", además de igualar las primeras (de las que trabajan 8) a las diez enfermeras del ala.
Actualmente el centro trata de cumplir estas necesidades con personal volante (que presta asistencia en los puntos del hospital en que se les requiere en cada momento), pero el fin de los contratos covid el próximo 31 de diciembre puede incluso suponer una amenaza mayor, ya que en muchas ocasiones el personal de refuerzo está contratado bajo esta premisa. Si no se actúa en este sentido, el personal advierte: "La situación empeorará y se volverá insostenible".