CASTELLÓ. El segundo presupuesto de Begoña Carrasco como alcaldesa de Castelló ronda los 230 millones de euros, aunque se sitúa en unos 235 millones si se suman los organismos autónomos (los tres Patronatos y el Consejo Local por el Empleo). La primera munícipe, acompañada por los cuatro coordinadores de área, presenta este jueves las cuentas municipales para 2025.
El notable incremento respecto a 2024 (214, 5 millones) se debe principalmente al alza obligada de la tasa de basuras, lo que se conoce como basurazo, que el equipo de gobierno ha intentado compensar con 11 medidas fiscales entre bajada de impuestos y bonificaciones. El nuevo proyecto económico se marca como objetivos: continuar con la reducción de la presión fiscal, seguir con la mejora de los servicios públicos, incrementar las políticas sociales y conservar el consenso en las actuaciones en el ámbito comercial y urbanístico.
Para cuadrar los números (ingresos y gastos), el bipartito ha corregido en los últimos días las previsiones ya cerradas semanas atrás, pero que se vieron alteradas el pasado 3 de diciembre, cuando la Diputación Provincial confirmó la supresión del fondo de Cooperación al aprobar el presupuesto de 2025. El consistorio esperaba recibir al menos la misma cuantía que este año, esto es, unos 800.000 euros a través de diferentes conceptos (capítulo IV). Sin embargo, sin esa aportación ha tenido que aplicar el tijeretazo en algunas partidas para realizar el encaje de bolillos.
En el proyecto financiero municipal sí recoge las transferencias procedentes del Gobierno de España y de la Generalitat Valenciana pese a que ambas instituciones todavía no han aprobado sus presupuestos. En principio, se repiten (reajustados) los importes de hace un año, si bien es posible que al final esas contribuciones acaben siendo mayores.
Con el acuerdo presupuestario cerrado, el bipartito (PP y Vox) confía en cumplir su hoja de ruta para activar las cuentas municipales a principios del próximo año. La idea sería convocar la primera comisión plenaria sobre las enmiendas antes de acabar el mes. La segunda se realizaría a principios de enero para resolver las propuestas presentadas por los partidos de la oposición (PSPV y Compromís).
Tras las dos sesiones plenarias, la corporación celebraría el pleno extraordinario. A partir de ese momento, solo quedaría la exposición pública y la publicación del anuncio en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) para materializar la entrada en vigor.