VALÈNCIA. Turismo empieza a perfilar cuál va a ser su respuesta ante el nuevo contexto que se abre en el escenario de los festivales de la Comunitat Valenciana tras un año de vértigo: cancelaciones, conflictos entre consumidores y promotoras, multiplicación de las citas musicales, y la polvareda que ha levantado entre el propio sector la resolución de ayudas que han dejado sin ninguna subvención al 50% de los solicitantes.
Mediterranew Musix empezó como la marca con el que Turismo pretendía hacer entender a los festivales como generadores de economía. Empezó con los macrofestivales y pronto se acabó extendiendo a tamaños menores, hasta abarcar incluso ciclos de conciertos en salas. Pronto, Turismo se convirtió en el principal interlocutor de las promotoras con la Administración: repartían dinero, se sentaban a escuchar sus reivindicaciones, e incluso tomaron el papel de intermediación con Sanitat durante los meses de pandemia para negociar las restricciones.
Sintiéndose queridos, los años ha ido llenando el saco de festivales hasta que se ha roto. Y entonces, Colomer anunció en las jornadas Tiim, celebradas hace poco más de una semana, que la marca se tendría que repensar junto al sector a través de una mesa con las asociaciones de promotoras.
Pues bien, ayer viernes tuvo lugar la primera reunión, y el camino parece claro: para armonizar la marca, Turismo apuesta por adelgazarla, y en vez de atender a cualquier iniciativa musical, hacerlo a los festivales que tengan iniciativa suficiente para convertirse en “festivales inteligentes”.
“Turisme trabaja en una revisión de parámetros para la entrada y permanencia en la marca Mediterranew Musix con el objetivo de prestigiar la calidad, la visibilidad y la promoción a los festivales musicales que se celebran en la Comunitat Valenciana”, ha anunciado Colomer tras la reunión. De esta manera, las ayudas y los convenios con los festivales “se reorientarán para realizar inversiones encaminadas hacia la sostenibilidad y las herramientas necesarias para convertirse en Festivales Inteligentes”. Es decir, que las ayudas tendrán que ir dirigidas a la “reconversion tecnológica y de infraestructuras”, en vez de al marketing y la promoción como se ha hecho hasta ahora.
Esto también supondrá una mayor exigencia que permitirá a Turismo a no depender de una evaluación aséptica de unos expedientes para discernir qué festivales —de verdad— hacen un esfuerzo por innovar.
Los cambios se empezarán a aplicar ya en 2023 y se consensuarán en esta mesa de festivales que comparte Turismo con las asociaciones PROMFEST, PROFEST, MusicaPROCV y FOTUR.
La definición de qué es un festival inteligente no está hecha al azar, sino que ha sido ya desarrollado por el propio departamento de Turismo a través de Invat·tur. La propuesta es transformar el evento en un nodo de información que maneje herramientas digitales para adaptarse a tiempo real a las necesidades del público.
Según explicó este diario en la presentación de este proyecto a largo plazo, algunas de las posibilidades que se ofrecen es que el público asistente pueda conocer en todo momento cuál es el acceso más despejado, así como si hay avisos de posibles aglomeraciones. Además, mediante el uso de una app, el usuario podría consultar en tiempo real la ocupación de escenarios y barras del recinto, así como ver la programación y obtener información actualizada del entorno, referente a alojamientos, comunicados municipales del destino donde se celebra el festival, alertas o avisos meteorológicos. Este modelo de festival incluiría una nueva pulsera para el público con información sanitaria integrada, a fin de mejorar el rastreo de contactos sanitarios.
Y para calcular el impacto medioambiental del evento, otra de las herramientas que se promueven es la medición automatizada de residuos generados, así como del ruido. También se quiere poner orden entre todos esos datos sobre el impacto económico que el festival produce en su entorno.
Todo esto conlleva un ejercicio de transparencia, innovación y responsabilidad por parte de las promotoras, que es lo que quiere premiar a partir de ahora Turismo. El “café para todos”, cuando todos ha empezado a ser demasiado, se convertirá en un premio para elevar la calidad de la experiencia de los festivales, sean del tamaño que sean, en la Comunitat Valenciana. Un revulsivo que el departamento de Colomer ha visto necesario tras la serie de catastróficas desdichas de esta última temporada festivalera.
La medida solo beneficiaría a los eventos que estuvieran bajo el paraguas del sello de calidad turístico Mediterranew Musix y no exime a las promotoras a tomar todas las medidas posibles para reducir su impacto de ruido