crónica 

Un Vítol verde, azul, amarillo y albinegro abrocha la Magdalena 2024 y abre el camino hacia 2025

Una repleta plaza Mayor despidió anoche una edición de las fiestas de la Magdalena marcada por la participación masiva con un espectáculo musical y pirotécnico centrado en los colores de la ciudad.

10/03/2024 - 

CASTELLÓ. La luz de la Magdalena 2024 se desvaneció anoche ante las miradas de las y los castellonenses que llenaban la plaza Mayor al final de una semana intensa, inabarcable y bendecida por la meteorología. Aunque no se podia pedir más, no faltaron ni las habituales peticiones de otra semana de fiestas. Los colores de la ciudad protagonizaron el remate magdalenero que despedía el aroma de la pólvora hasta el 22 de marzo de 2025.

Con el encendido de la traca final, el apagado de las Gaiatas de la Ciudad dio la señal del inicio del último acto de nueve días marcados por la participación masiva en la calle, desde la mascletà inicial hasta el concierto final de la exitosa trigésimo tercera edición del Festival Internacional de Música de Fiesta, cuyos ecos aún parecían escucharse al atardecer frente al Palacio Municipal. Mientras a lo lejos resonaban las detonaciones de la traca, la voz en off de Raúl Puchol rendia homenaje al esfuerzo de los artistas de las 19 gaiatas, de Brancal de la Ciutat a la Cultural, y a sus comisiones, así como al resto de colectivos festeros. Era el agradecimiento a quienes habían hecho posible una semana rebosante de emociones.

La Marxa de la Ciutat de Matilde Salvador acogió a la traca en su regreso a la plaza, y con su estruendo final se abrió una ventana de proyecciones en la fachada del Ayuntamiento, pensada para atraer todas las miradas sobre el balcón de la Alcaldía. Era el momento señalado, el de las reinas Lourdes Climent Moreno y Vega Torrejón Garrote y el de su grito desgarrado, dirigido a la noche castellonera. Un Magdalena respondido con el grito ritual del Vítol de una multitud que hubiese deseado postergar el momento. Al instante, un remate pirotécnico daba paso a la parte central del espectáculo. 

Foto: CARLOS PASCUAL

En torno a los colores discurrió el relato planteado por la Junta de Festes para decir adiós a las fiestas. En primer lugar, el verde se adueñó de la plaza Mayor y lo hizo a través de las imágenes festivas proyectadas en 360 grados sobre la Concatedral de Santa María. La tonalidad que identifica como ninguna a las fiestas fundacionales de la capital de la Plana, la de la Romeria de les Canyes y la bandera de la ciudad, servía para simbolizar la bienvenida a la edición de 2025, recordando el verdadero sentido del Vítol. Las cintas verdes tiñeron todos los edificios de la plaza al ritmo de la música, con unos llamativos efectos especiales coronados por un remate pirotécnico del mismo color.

A continuación fue el torno del azul mediterráneo, el color del cielo que -como indicaBa la voz en off- ofrece un clima inigualable y distingue a la Patrona de la ciudad, la Mare de Déu del Lledó, en el año del centenario de su Coronación. La música dulce y acompasada de la Salve Bressolera se acompañaba de la caída de flores azules en unos efectos de imagen en torno a la estampa de la Basílica huertana, con la claridad del azul celeste presente incluso en la explosión de confeti, previo al remate pirotécnico correspondiente. El baile simbólico de colores pasó entonces al amarillo, con la intensidad del sol y la luz de la Gaiata, dando paso a la imagen de los 19 monumentos y los efectos lumínicos envolviendo la plaza mientras sonaba Gaiata.

Foto: CARLOS PASCUAL

El guiño colorista final escapaba ya de la bandera municipal para adentrarse en el terreno de las pasiones futbolísticas, con el CD Castellón como protagonista vinculado indisolublemente a la ciudad y la dualidad albinegra. La plaza Mayor se disfrazó entonces de Castalia y acogió el ambiente de las grandes ocasiones, con el Pam Pam Orellut! dejándose oír y cantar por el público, que asistió a una mascletà en blanco y negro.

Se completaba así el panorama de una ciudad llena de color con un piromusical que destacaba la imagen de las Reinas con el efecto de un confeti plata y los acordes de Magdalena Festa Plena. Solo restaba el punto final, en forma de deseo para 2025, abrochado con los últimos cohetes de unes fiestas para el recuerdo.

 

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