CASTELLÓ. De Ourense a Brescia. Una empresa gallega ubicada en San Cribao Dos Viñas y otra italiana, con una filial en la localidad valenciana de Museros, pugnan por instalar los seis puntos limpios fijos en los distritos de Castelló. Formato Verde e ID&A SRL, respectivamente, se postulan una vez finalizado el plazo de presentación de ofertas.
Las dos empresas cuentan con gran experiencia en el sector del equipamiento para la recogida de residuos urbanos. La primera opera desde 2001 y utiliza el diseño como herramienta principal para concebir contenedores, tanto en superficie como soterrados, que "generan actitudes responsables hacia el medio ambiente, lo que optimiza y revaloriza los recursos", según explica en su página web.
En cuanto a ID&A, fabrica desde 1997 equipos para la selección de desechos. La mercantil emplea su propio sistema integrado de gobernanza multinivel para el medio ambiente, que incluye islas ecológicas y centros de recogida informatizados. Asimismo, cuenta con un método específico para dispositivos electrónicos y electromecánicos, en el campo de la mecatrónica para contenedores.
Tanto la firma gallega como la italiana, con sede en Valencia, trabajan desde hace años con las administraciones públicas, lo que garantiza al Ayuntamiento de Castelló el cumplimiento de las calidades técnicas para establecer las zonas sostenibles. La Mesa de Contratación prevé culminar la baremación de las ofertas en las próximas semanas para elevar una propuesta de adjudicación a la Junta de Gobierno Local antes de finalizar el mes, siempre en el mejor de los casos.
El consistorio, en su pretensión de impulsar el reciclaje, contempla la instalación de seis puntos limpios en los principales barrios de la ciudad. Se trata de complementar la función de los ecoparques móviles. Las instalaciones de entrega y depósito de todo tipo de voluminosos se proyectan en las plazas Borrull, La Libertad, Las Lagunas de Ruidera, Las Islas Columbretes, La Panderola (Grau) y Paseo de la Amistad.
El contrato tiene un presupuesto base de 104.837,75 euros y una ejecución de tres meses a partir del día siguiente de la formalización. El objetivo de implantar estos centros es que los castellonenses dispongan de instalaciones abiertas las 24 horas y los 365 días del año.
Según el pliego, cada zona contará con tres tipos de módulos que, a su vez, presentarán distintas bocas para depositar los residuos. El primer buzón metálico facilitará la retirada de utensilios de cocina, como lozas, porcelanas o piezas de barro cocido. El segundo se destinará exclusivamente a aparatos eléctricos y electrónicos y a pilas y baterías pequeñas. El tercero permitirá entregar bombillas, tóneres, cartuchos y CDs o cintas VHS.