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LOS GOBIERNOS ABOGAN POR LA PREVENCIÓN FRENTE A LA NUEVA OLEADA DE CONTAGIOS

Una ola menos letal: la vacuna lleva a mínimos las muertes por covid-19 y permite la anticipación

Foto: EFE/ANA ESCOBAR
2/12/2021 - 

VALÈNCIA. Vuelve a suceder en otoño y a las puertas de la temporada navideña. La nueva embestida del coronavirus, la quinta en la Comunitat Valenciana y la sexta para España, inició su ascenso antes de diciembre y pone otra vez en guardia a los gobiernos de toda Europa. No obstante, el amplio porcentaje de personas vacunadas, que alcanza casi un 90 % de la población diana en territorio valenciano, provoca que la letalidad de la pandemia se sitúe de momento en mínimos, en torno a los 0,3 casos por cada 100 infecciones. Así pues, la correspondencia entre un incremento de los contagios y los casos más graves, que pueden traducirse en ingresos hospitalarios y defunciones, se habría debilitado.

“A medida que avanzan tanto la vacunación como la inmunidad por infecciones previas, la incidencia y el número casos graves se separan, ya lo vimos en la última ola” aseguraba el catedrático en Parasitología de la Universitat de València, Rafael Toledo, esta misma semana en la 99.9 Plaza Radio. Una situación ante la que los mandatarios europeos, condicionados también por las incógnitas que aún no pueden despejarse sobre la nueva variante ómicron, han decidido apostar por la anticipación que no apareció en oleadas anteriores. “No podemos esperar a que se desborde la situación para tomar medidas”, reconocía hace unos días la consellera Ana Barceló.


En esta misma línea, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, repetía este miércoles en el Congreso que la estrategia contra la pandemia pasa por trabajar “en la prevención, la vacunación y la anticipación”. Ahora, además, el ascenso de los contagios parece suceder a un ritmo ligeramente inferior, lo que debería facilitar esa tarea. Hace un año, y según los datos de contagios por fecha de diagnóstico que ofrece el Ministerio de Sanidad, la Comunitat tardó una semana en pasar de los 500 contagios diarios de media a los más de 1.000 casos. En esta ola, aunque el conteo de Sanidad es provisional y podría verse alterado si se añaden nuevos contagios notificados con retraso, se tardarían al menos diez en alcanzar el mismo hito.

Aun así, la diferencia más notable entre las oleadas del año pasado y las dos últimas de este 2021 está en la mortalidad. En otoño de 2020, una de cada cien personas contagiadas por coronavirus terminaba por fallecer, y en la tercera ola, la peor de las padecidas hasta ahora en la Comunitat, la letalidad se duplicó. No obstante, en las siguientes embestidas del virus y con el proceso de vacunación muy avanzado, la covid-19 pasó a provocar la muerte de 0,3 personas por cada cien infectados. Sucedió así en la cuarta ola, localizada en verano, y también ocurre ahora por el momento.


Así pues, entre julio y agosto de este año el número máximo de muertes diarias registradas por la estadística del Ministerio de Sanidad fue de trece en la Comunitat Valenciana, mientras que el pasado otoño, con menos contagios que en verano, se contaron 28 en un mismo día. Por ello, expertos como Toledo señalan el hecho de que todavía hoy “seguimos basándonos en los datos de contagios cuando, en la mayoría de los casos, se va a ser asintomático o a presentar síntomas muy leves, y por lo tanto no supondrá un problema sanitario”.

En este sentido, uno de los indicadores a seguir con mayor atención es el de los ingresos en hospitales, que parecen haber dado una pequeña tregua esta semana con su segundo día consecutivo a la baja tras una tendencia ascendente durante casi todo noviembre. También en este apartado se observa cómo la situación sanitaria ha mejorado tras los peores instantes de la pandemia a comienzos de año, ya que en la última ola completa, la de verano, se registraron unos niveles de ocupación hospitalaria muy alejados a los de la oleada de otoño, pese a haberse notificado más casos confirmados que entonces.


Además, en 2020 ya se había alcanzado por estas fechas el pico de la segunda ola, que llegó a superar los 1.660 hospitalizados, casi 300 de ellos en las unidades de cuidados intensivos. Por ahora, el número de personas ingresadas es de 423, un número también elevado pero similar al que registraban los hospitales valencianos cuando se inició el ascenso de la segunda ola en octubre del año pasado. Algo similar ocurre en el caso de las UCI, que poseen ahora a 76 personas ingresadas y en otoño de 2020 alcanzaron casi las 300.

La incógnita de la variante ómicron 

Pese a que los datos actuales son mejores que los de hace un año, tanto algunos expertos como los representantes de los gobiernos autonómico y estatal recuerdan que se deben mantener las máximas precauciones ante una situación que todavía no es de normalidad. “Lo que está claro es que los contagios se producen cuando hay más contactos”, afirmaba este miércoles el president de la Generalitat, Ximo Puig. El titular del Consell sostenía también que la situación “está controlada”, aunque calificaba de “preocupante” la aparición de la nueva variante ómicron del virus, que llegará a la Comunitat “pronto o tarde”.

Esta nueva cepa del coronavirus aún presenta algunas incógnitas porque se conoce poco sobre ella, aunque su principal característica, como explicaba Toledo, es “que tiene muchas más mutaciones que otras variantes”. El catedrático en Parasitología de la Universitat de València afirmaba así que estas alteraciones se habían dado "en otras variantes que hemos conocido”, aunque en este caso “lo que sucede es que en esta cepa se dan todas” de forma simultánea. “¿Qué consecuencias puede tener? No se sabe”, concluye Toledo, para quien, con la información que se maneja ahora “no hay datos como para la alarma ni como para las medidas que se han tomado”.

En este sentido, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) han advertido de que los cierres parciales y totales que se han introducido de nuevo en algunos países “tienen graves repercusiones en las economías, medios de subsistencia y salud mental”, por lo que solo proponen utilizarlas “como último recurso”. En cambio, desde la OMS sí han insistido ya, una vez más, la “necesidad urgente” de acometer medidas preventivas ante la llegada del invierno y el reciente aumento de los contagios.

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