CASTELLÓ. La provincia de Castellón se prepara para el aterrizaje de una nueva gran inversión. En este caso, en el municipio de Almenara, donde se está fraguando un nuevo desarrollo industrial impulsado por Bertolín, y donde esta gran empresa, la danesa JYSK, se prepara para abrir un nuevo centro de distribución y trasladar allí también sus oficinas centrales de España y Portugal. Una operación en la que invertirá cerca de 300 millones de euros y que está detrás del impulso al nuevo polígono industrial que tramita el Ayuntamiento y que promueve la compañía valenciana.
Se tratará de un centro de distribución "moderno y de última generación", según el comunicado de la firma, y desde donde se abastecerá a las tiendas y se realizarán envíos de producto de forma directa a los clientes de España y Portugal. Las nuevas instalaciones serán similares al nodo logístico proyectado actualmente en los Países Bajos e incluirá dos naves de gran altura y varios muelles para carga y descarga de camiones. Las naves de gran altura tendrán capacidad de almacenamiento para unos 150.000 palés de productos, y además, se instalarán paneles solares en el tejado para proveer de energía renovable a las instalaciones.
Asimismo, el inmueble albergará las oficinas de la sede central de JYSK España y Portugal. y en total, JYSK estima que tanto el centro de distribución como la sede central se convertirán en el nuevo lugar de trabajo para aproximadamente 250 empleados. Y la idea es que entre esté terminado y entre en funcionamiento en un lustro, según explicaron fuentes de la firma, entre 2027 y 2028. Hasta entonces, el actual centro de distribución y la sede central de Cheste, al oeste de Valencia, seguirán como hasta ahora.
La fabricante multinacional de muebles de diseño nórdico anunció este viernes en un comunicado su intención de la futura apertura en Almenara para "seguir impulsando el ambicioso plan de expansión" de la compañía tras alcanzar este mes de septiembre el "gran hito" de llegar a las 150 tiendas en España y Portugal. Este año, la intención pasa por abrir más de 30 nuevas tiendas y renovar otra veintena de las ya existentes para "adaptarlas al nuevo concepto". Y en paralelo, impulsar el nuevo centro logístico en la provincia de Castellón.
Esta será la primera inverisón que se realizará en el nuevo polígono industrial de Almenara que promueve Bertolín, que como había adelantado Castellón Plaza, preveía acoger una gran multinacional. Así pues, JYSK se ubicará en la parcela más grande prevista en el nuevo desarrollo y que contará con 274.000 metros cuadrados.
En total, el nuevo polígono dispondrá de 800.000 metros cuadrados, de los cuales 450.000 metros cuadrados corresponden a suelo industrial -el resto, serán viales, zonas verdes, etc.-. Destacarán dos grandes pastillas: la mencionada que ocupará JYSK, y otra de unos 130.000. Una disposición que permitirá atraer inversiones de gran envergadura como la danesa, que cabe resaltar, consumirá más del 60% de todo el suelo industrial disponible en el polígono.
El proyecto para el nuevo desarrollo urbanístico, conocido como Barranc de Talavera, se ubica entre la A-7 y la N-340, lindando al norte con el barranco que da nombre al desarrollo. Una iniciativa en la que Bertolín prevé invertir cerca de 200 millones de euros entre la compra de terrenos, la urbanización del sector y la construcción de las instalaciones de JYSK.
La idea de la compañía valenciana es trabajar en vistas a poder empezar las obras de urbanización a finales de 2024, toda vez haya recibido el visto bueno de la administración municipal en cada uno de los trámites preceptivos, tales como la aprobación del plan parcial, el proyecto de urbanización y el de reparcelación o las licencias de obra que ha de dispensar el propio ayuntamiento para poder iniciar las actuaciones de urbanización.
Por el momento, Bertolín ya ha llegado a un acuerdo con el 80% de los propietarios, y los técnicos se centran en elaborar -para presentarla al Ayuntamiento en diciembre- la documentación adaptada del Plan Parcial, con la que el consistorio podrá iniciar el proceso de evaluación ambiental, donde se estudiarán las características del nuevo polígono y su afectación ambiental. Un proceso donde el Ayuntamiento tendrá que pedir sendos informes a todos los organismos implicados, entre ellos el Ministerio de Fomento o la Confederación Hidrográfica del Júcar.
En ese sentido, Bertolín y el Ayuntamiento de Almenara llevan más de un año trabajando con los técnicos de estos organismos y otros afectados como la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar) o Iberdrola para pulir el diseño del nuevo sector, con el propósito de que el trámite de evaluación ambiental sea lo más rápido posible. Así, el consistorio tendrá que exponer al público el Plan durante 45 días y, a continuación, resolver las eventuales alegaciones que pudiera haber.
Superado este estadio, la promotora podría dar curso en las oficinas municipales al proyecto de urbanización -el proyecto de obras- y el de reparcelación, que servirán para alumbrar sobre el plano las diferentes pastillas industriales, en vistas a iniciar las obras, habiendo tramitado en paralelo la licencia de obras. Aunque ciertamente, los plazos se consideran aproximados, se prevé que las actuaciones de construcción se alarguen durante 18 meses, de forma que si los plazos se cumplen, las obras del polígono estarían concluidas para la segunda mitad de 2026.
Cabe recordar que el sector del Barranc de Talavera es un desarrollo que, aprobado en el año 2004, se había adjudicado en su momento a otra firma que quebró con la llegada de la crisis financiera en 2008, lo cual dejó paralizado el proyecto del polígono industrial. Ahora, Bertolín lo resucitará tras un año de trabajos con las administraciones para estudiar la viabilidad de la iniciativa y habiendo alcanzado un acuerdo de compraventa con la mayoría necesaria de los propietarios.