Versos, silencios, presos políticos... el epílogo del mandato con el Pacte del Grau en hibernación

31/05/2019 - 

CASTELLÓ. Abrazos, llantos y palabras de agradecimiento han marcado el pleno de despedida de la corporación saliente en el Ayuntamiento de Castelló este jueves. Es una estampa singular que solo se ve cada cuatro años, cuando la rivalidad da paso al compañerismo entre antagonistas. Concejales del PP emocionados por un poema de Enric Porcar, alguna sonrisa cómplice entre la alcaldesa y Xavi del Señor, y una foto de familia en la escalinata del palacio consistorial para inmortalizar un mandato que, como ha dicho Amparo Marco, no se repetirá. La incertidumbre respecto al futuro gobierno municipal sobrevolaba el salón de plenos. No se hablaba de otra cosa en los corrillos: ¿habrá pacto o no?.

La sesión, de puro trámite, ha durado menos de una hora: dación de cuenta de varios informes y aprobación de actas. Lo sustancial ha llegado al final, cuando concejales de todos los grupos -excepto del PP- han salido a la tribuna para dar el adiós al mandato. De los 27, 14 no repetirán en la próxima legislatura.

Los últimos parlamentos han transmitido las esencias de cada edil: Xavi del Señor, reivindicativo hasta el final; Enric Porcar, embargado por la emoción; Cristina Gabarda, contenta de irse a València; y Amparo Marco, fiel a su papel institucional.

El turno abierto por la alcaldesa empezaba con cierta sorna. Marco invitaba a los ediles a pronunciar sus "últimas palabras", lo que ha despertado la sonrisa irónica de la mayoría de concejales, a los que esa expresión les ha sonado a deceso. Entonces Marco ha precisado: "las últimas palabras del mandato", quería decir.

El portavoz de CSeM, Xavi del Señor.

El primero en salir a la palestra ha sido el portavoz de Castelló en Moviment, Xavi del Señor, quien ha pronunciado el discurso con más carga política de todos. Con su intervención de este jueves pone fin a su paso por el Ayuntamiento, pues decidió apartarse y no presentar candidatura, al igual que el resto de ediles de su grupo.

Ha dado la enhorabuena a Amparo Marco y al PSPV por sus resultados electorales, una victoria que, según se ha encargado de recordarle, "le permitirá seguir la senda progresista del Pacte del Grau". También se ha congratulado de que el 26-M haya evitado la entrada de la extrema derecha en el gobierno municipal: "En Castelló no habéis pasado, ni pasaréis", ha advertido.

Por último, ha anunciado que, aunque deja el consistorio, seguirá "luchando por un país más justo, donde el aire sea más limpio, donde todos tengamos derecho a vivir dignamente" y, entre otras cosas, donde "no haya presos políticos, presos músicos, ni presos titiriteros".

La portavoz de Ciudadanos, Cristina Gabarda, junto al resto de ediles de su formación.

En el turno de Ciudadanos, ha tomado la palabra su portavoz, Cristina Gabarda, quien abandona el consistorio para dar el salto a València. "Me tienen para lo que necesiten en Les Corts, donde seguiré trabajando por Castellón", ha señalado la única edil saliente que asciende en el escalafón político. También ha suscitado sonrisas cuando intentaba felicitar a Marco por los resultados electorales y no le salía la palabra "felicitación" durante unos segundos que han parecido eternos.

El concejal de Compromís Enric Porcar, emocionado durante la lectura de su discurso de despedida.

Y no hay despedida sin llanto. El responsable de que hayan asomado las lágrimas en el salón de plenos ha sido el concejal de Compromís Enric Porcar. Empezaba su alocución con unos versos de Estellés y la concluía con un poema de su puño y letra bajo el título Regidor de Castelló. Es un canto a la labor del concejal: "I seràs digne i seràs honrat, i defendràs a totes les persones per igual", señala en una estrofa. 

Las lágrimas afloraban cuando ha agradecido a su familia, presente en el salón, el apoyo recibido. La corporación en pleno ha aplaudido su intervención y, como la emoción no entiende de siglas, se podían ver expresiones de simpatía en todas las bancadas.

La portavoz popular, Begoña Carrasco, junto al resto de concejales de su formación.

El PP, noqueado aún por el 26-M, ha preferido guardar silencio. El grupo municipal de Begoña Carrasco no ha pedido turno de palabra, pese a que de sus filas abandonan el consistorio cinco ediles: Juan José Pérez Macián, Salomé Pradas, Javier Moliner, Carlos Feliu y Vicente Guillamón -aunque este último podría entrar finalmente si Justo Vellón renuncia a su acta de concejal y corre la lista, un extremo que desde el partido no han confirmado-. 

Pradas, que seguirá en el Senado, estaba visiblemente emocionada. Siempre le pasa en las despedidas, reconocía después a los periodistas. Feliu y Guillamón seguirán en sus respectivos trabajos, la universidad y el puerto. Moliner abandona por iniciativa propia, y Pérez Macián desaparece del tablero político tras quedarse sin escaño en el Congreso.

La encargada de cerrar el epílogo municipal ha sido la alcaldesa, quien ha agradecido el trabajo de toda la corporación. Más allá de los buenos deseos y el reconocimiento a sus colegas, ha pronunciado una frase que en el contexto actual adquiere más sentido que nunca: "Ningún mandato es igual al anterior, todos tienen sus virtudes y sus defectos, pero que nadie tenga duda de que lo hemos hecho con el ánimo de trabajar por nuestro pueblo".

Ignasi Garcia y Amparo Marco, durante el pleno de despedida.

Si hay alguna certeza respecto al futuro gobierno municipal es que el nuevo equilibrio de fuerzas resultante de las urnas definirá una composición del Ejecutivo local distinta a la actual. Con Compromís y Castelló en Moviment mermados, y un PSPV robusto, si se reedita el Pacte del Grau, las competencias se redistribuirán en consonancia con el peso de cada grupo. Y en ese escenario, los socialistas tienen toda la fuerza negociadora de su parte. Para Compromís está en juego la vicealcaldía, que ahora ocupa Ignasi Garcia, así como otras áreas que probablemente acabarían en manos socialistas, como Deportes y Cultura, además de la portavocía del gobierno que ostenta Verònica Ruiz.

No obstante, hasta este lunes el PSPV no celebra la ejecutiva local, por lo que aún no se han definido las líneas de actuación. Hay dos opciones sobre la mesa. La preferente, según numerosas voces del partido, es reeditar el gobierno de coalición con sus socios actuales, integrando también en el Ejecutivo local a Unides Podem-CSeM-EUPV. 

La segunda vía que se sopesa es gobernar en solitario y buscar acuerdos a lo largo del mandato con Compromís y la confluencia, por un lado, y con Ciudadanos en caso necesario. La aritmética también le permitiría un pacto de gobierno con la formación naranja, pero esta opción se da por descartada.

Varios candidatos del PSPV y de la confluencia, en el pleno de este jueves.

Unos se van y otros llegan

La corporación municipal renovará más de la mitad de sus cargos. Un total de 14 ediles abandonan el Ayuntamiento de Castelló: cinco del PP (Juan José Pérez Macián, Javier Moliner, Salomé Pradas, Carlos Feliu y Vicente Guillamón); los cuatro de CSeM (Xavi del Señor, Anna Peñalver, Iñaki Vallejo y Paz Beltrán); tres de Ciudadanos (Cristina Gabarda, Manuel Paduraru y Juan Ramón Vicent Díaz); y la edil socialista Monica Barabas.

Y mientras todos ellos se despedían, algunos de los concejales entrantes asistían como público al pleno del que formarán parte en apenas dos semanas -el día 15 de junio se constituye el Ayuntamiento-. En las butacas en las que normalmente se sientan los vecinos, este jueves se acomodaban candidatos socialistas como Pilar Escuder, Jorge Ribes o David Donate. Tampoco han faltado a la cita los dos candidatos de la confluencia que han conseguido escaño: Fernando Navarro y María Jesús Garrido.

Por el contrario, los nuevos fichajes del PP, como Justo Vellón, Sergio Toledo o Susana Fabregat, no se han dejado ver por el pleno. Tampoco los futuros regidores de Ciudadanos, Alejandro Marín-Buck, Paula Archelos y Esteban Ventura han hecho acto de presencia.

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